Los Espectáculos se entienden -al menos en México-, como un espacio para hablar de la vida de actrices y actores. O bien, decir chismes de ellos. Si bien mucho ha influido quienes han manejado la fuente durante años -Paty Chapoy incluida-, esto también se mueve entre la hipocresía y la ignorancia, ya que la mayoría de los mexicanos -incluidos comunicadores y periodistas que se precian de esta fuente-, hablan de la vida personal e incluso íntima de los demás. Obviamente, nadie les dice "chismosos" ni "periodistas de chismes", lo cual no estaría de más considerarlo.
Por fortuna, hay periodistas mexicanos que se dedican a hablar de las obras que aparecen a cada instante en el entretenimiento. Además de demostrar su profesionalismo y formación, repasan series de televisión, telenovelas, películas y obras de teatro a través de una mirada crítica.
Con estilos distintos éstos son, a mi parecer, los tres mejores periodistas mexicanos de espectáculos. No sólo serán una buena referencia cuando quieras ver una obra, sino que además te cambiarán la noción de lo que significan los espectáculos.
Susana Moscatel
Vía Twitter @SusanaMoscatel
Susana Moscatel ha hecho que la sección de Espectáculos de un periódico merezca ser leída sólo por eso. Bueno, al menos yo lo he hecho con ¡Hey! de Milenio y me enorgullezco en decirlo. Como editora de la sección pueden verse notas que priorizan el cine y las series de televisión, que cualquier cosa sobre algún famoso que llame la atención. Claro que éstas pueden aparecer, pero no son la base de la sección y eso es para aplaudir.
Y bueno, ¿qué decir de que ¡Hey! es la única sección de un periódico nacional con columnas sobre espectáculos? Por supuesto, dentro de ellas está la de Susana Moscatel, titulada "Estado fallido", donde lo que más resalta es la perspectiva que le da a los hechos: siempre con un enfoque nuevo. Aunque en las últimas aparece continuamente Donald Trump, eso no quita el valor de sus columnas, aparte de que al final de cada una de éstas termina con una breve interrogante muy simpática.
Por cierto, suele entrevistar a personalidades destacadas del momento, ya sea de cine o televisión. Susana Moscatel es un ejemplo de cómo, a partir de los espectáculos, se puede hacer un periodismo pensante.
Álvaro Cueva
Vía Twitter @AlvaroCueva
Ver y leer a Álvaro Cueva es en verdad un placer. El hombre contagia su amor por la televisión y refleja cómo lo hace sentir vivo. Es claro que la televisión es su mayor hobbie pero además en su columna diaria "El pozo de los deseos reprimidos" -también en Milenio-, se siente con la obligación de recomendar y orientar a la audiencia ante cada producto televisivo que aparece. ¡Por piedad, ¿díganme que otro periodista hace eso?! Obvio es su trabajo, pero sería genial encontrar dicho profesionalismo y humildad para pensar en lectores y seguidores.
Pero si algo define a Álvaro Cueva es cómo disecciona las porquerías de la televisión, sea mexicana o no, así como elogia las obras maestras que valen la pena ver. Porque eso de que habla mal de Televisa y bien de TV Azteca, o cualquier otra ocurrencia de quienes dicen que lo han seguido, es demostrar que en realidad sólo lo han visto una o dos veces. No niego que se pueda o no estar de acuerdo (yo lo he estado), pero Álvaro Cueva es más que una crítica. Si lo ves o lees, escribe como habla y habla como escribe, lo cual no es sencillo pero sí admirable. Como dato, cumple 30 años de ser crítico de televisión. Una celebración no sólo personal, sino para México el tener un periodista como él.
Horacio Villalobos
Vía Twitter @horacitu
Horacio Villalobos proyecta una honestidad admirable a través de la televisión. Porque si algo demuestra es la libertad para expresar sus comentarios. No importa donde lo veamos. Ya sea en Televisa, 52MX, Univision, Proyecto 40 o MVS Radio, Horacio Villalobos siempre ha sido el mismo: sin la necesidad de agradar a alguien para formar parte de algo.
Con la franqueza que posee, no se limita a decir lo que piensa, sino que hacer humor. Si algo se destaca sobre él es la agilidad mental que tiene para hacer ácidos comentarios que, la verdad, pueden estallar en carcajadas. Sin duda es valioso ser irreverente, pero si no se tiene algo importante qué decir, ya sea interesante o ingenioso, pues de poco sirve, ¿no? Lo que dice Horacio Villalobos no sólo está para partirse de risa, sino que es inteligente (y no en un sentido pretencioso). Puede llegar a hablar de personajes de la farándula, pero la verdad lo hace de una forma hilarante que poco se le puede objetar.
Además, ha sido creador y conductor de programas como Desde Gayola, Nocturninos y Farándula 40. Cada uno de éstos es ejemplo de cómo hacer televisión de calidad si en ellas está la persona correcta, el formato adecuado y unas mentes con contenido, no con superficie. Y es que Horacio Villalobos alegra la televisión mexicana a la vez que fomenta el pensamiento propio, algo único en los espectáculos.