Los dos años anteriores no entendía muy bien eso de que le dieran un pedazo de plástico y no prestó mucha atención. Pero este año le hizo una ilusión tremenda, se sentía orgulloso.
- Mamá este trofeo me lo ha dado el profe porque ya sé nadar muy bien y soy muy mayor.
Su expresión de triunfo era única.
El próximo curso empezará una nueva etapa, como en tantas cosas. Afortunadamente seguirá con el mismo monitor, un hombre encantador, que adora a los niños y que los enseña fenomenal. Estoy muy contenta porque no puede tener mejor profesor. En septiembre empezará ya a ir solito, mami o papi se quedarán fuera esperando a que acabe su clase. Yo ya le voy contando todo esto para que su cabecita vaya procesándolo y poco a poco entienda que se hace mayor y hay cosas que ya no necesita hacer con mamá o con papá.
Se hace mayor, esa es la conclusión. Y yo me siento muy orgullosa de él.