Los turistas se convierten en objetivos terroristas en India

La India vuelve a sufrir en sus carnes la lacra del terrorismo internacional en forma de atentado contra uno de los bienes más importantes para la economía india, los turistas. Según recoge el Hindustan Times en su edición digital varios gobiernos occidentales- entre ellos Estados Unidos, Reino Unido y Australia- habrían advertido a sus ciudadanos que tenga muy en cuenta que los turistas occidentales se han convertido en uno de los principales objetivos de los terroristas.

Los responsables del ministerio de Asuntos Exteriores australiano recomiendan a sus compatriotas “a que permanezcan alerta” ya que los lugares públicos frecuentados por turistas suelen ser objeto de atentados por parte de los radicales. Por su parte, Estados Unidos recomienda a los futuros viajeros que “intenten mantener un perfil bajo y no destacar”, además de mantener “un mayor conocimiento de la situación política” en la que se encuentra el país después de los últimos atentados registrados en el gigante asiático.

Estas son las principales consecuencias del último atentado ocurrido en India. Se desconoce el grupo responsable y sus objetivos aunque el gobierno indio señala a Lashkar e Taiba- el mismo grupo terrorista que es el principal sospechoso de los ataques de Bombay. Según informaciones procedentes del ministerio del interior, el estadounidense David Headley- presunto miembro de la organización- habría sido visto en el santuario de Ashram Osho, muy cerca del lugar del atentado. Lashkar e Taiba es un grupo terrorista que opera desde Pakistán y que tiene como principal objetivo atentar en India hasta que estos decidan devolver la parte que tienen de Cachemira. Headley está acusado en Estados Unidos de participar activamente en los atentados de Bombay, donde habría estado sondeando objetivos que luego los terroristas atacarían.

Esta vez, el objetivo de los terroristas no fueron hoteles ni centros comerciales sino una cafetería- ‘German Bakery’ un refugio para ‘hippies’ fundado en los años 70- frecuentada por extranjeros debido a su fama como centro de meditación. Los terrorista escondieron la carga explosiva en una mochila que, hábilmente, colocaron debajo de una de las mesas del local- que en el momento de la explosión estaba lleno.

A consecuencia de la deflagración han fallecido diez personas; dos de las cuales son extranjeras. Una joven italiana y un estudiante iraní; además hay más de medio centenar de heridos, en su mayoría extranjeros- cinco de ellos iraníes, dos sudaneses y nepalíes, un alemán, un taiwanés y un yemení. Las víctimas eran jóvenes de menos de 30 años… “Los terroristas seleccionaron este objetivo por tratarse de un lugar muy popular entre los extranjeros y jóvenes indios”, señaló P. Chidambaran, ministro del Interior.