Según la investigación, los usuarios asiduos de la red social Twitter son más propensos a la infidelidad, el divorcio y las rupturas amorosas que los usuarios de otras redes sociales.
Pero ¿a qué se debe esto? Es verdad que Twitter no fue creado para que las personas ligaran a través de ella, pero muchas lo utilizan para coquetear y charlar con potenciales amantes. El problema no es ese, sino que esos “quizás” se suelen convertir en situaciones reales. Por esta razón, los estudiosos aconsejas reducir el uso de la red social como manera de prevención.
Esta investigación no quiere decir que la culpa de la infidelidad la tenga la red social en sí. Lo que significa es que las personas que están descontenta con sus relaciones suelen recurrir más a Twitter para buscar un amante, que a otras redes sociales. En la escala le siguen Facebook y los sitios de citas, también instrumentos válidos a la hora de engañar a la pareja.
Siguiendo el hilo de la investigación, es importante señalar que los abogados dicen que cada vez más parejas mencionan a las redes sociales como causa de la ruptura, porque fue por ahí que uno de los cónyugues (o hasta a veces ambos) fue infiel. Por ejemplo, según la Academia Americana de Abogados Matrimoniales, el 66% de los divorcios en Estados Unidos está relacionado o tienen origen en los medios de comunicación social.
Por otro lado, en Argentina, el 80% de los juicios de divorcio tiene como prueba del engaño mensajes de texto, fragmentos de conversaciones de chat, correos electrónicos u otro tipo de comunicación envidad por las redes sociales. Además, según los abogados del país, esta situación se explica porque las parejas que más se divorcian son aquellas conformadas por jóvenes que saben manejar las nuevas tecnologías.
Infidelidad virtual
Más allá de los usuarios de Twitter, hay muchas personas que son infieles por Internet y utilizan otras herramientas, como ser Facebook y los sitios de citas. Esto es lo que se conoce como infidelidad solitaria, porque no hay real contacto con el otro; se trata de una relación virtual que termina dañando gravemente la real.
En este sentido, los especialistas sostienen que la infidelidad se inicia antes del contacto físico. Es decir que conversar con alguien de manera provocativa a través de la web ya te convierte en infiel. “Empieza cuando una tercera persona se convierte en objeto de deseo sexual o amoroso de uno de los miembros de la pareja. La existencia de la pareja supone un contrato implícito de amor, fidelidad y exclusividad, tanto afectiva como sexual. La aparición de un tercero, aunque sólo sea la idea de ese tercero, ya pone en jaque ese contrato”, explica al diario argentino La Nación la psicóloga Mónica Cruppi.
Sin embargo, la Justicia no piensa de igual manera. De hecho, durante un juicio en Argentina por divorcio, no aceptó como prueba una serie de mail eróticos que el marido había intercambiado con una segunda mujer que no era su esposa. “No basta con el intercambio de palabras o mensajes cargados de erotismo y de fantasía entre dos polos de comunicación de la red, pues la infidelidad virtual, en tanto que no pase a 3D, no llega a consumar el encuentro carnal que configuraría el adulterio”, se podía leer en el fallo.
Además, en muchos casos los jueces consideran que quien aporta este tipo de pruebas cometió el delito de vulnerar la propiedad privada, porque para obtenerlas revisó sin permiso el correo, celular o cuenta de red social de su pareja.
Los psicólogos, como Mónica Cruppi, contradicen la postura de la Justicia porque manifiestan que el impacto emocional que sufre el engañado es igual, sea este realizado en la realidad o por vía virtual. Esto lo demuestra una entrevista realizada por la CNN donde se les preguntaba a los lectores donde comenzaba la infidelidad. El 47% respondió que la infidelidad comienza cuando una persona envía correos electrónicos y mensajes de texto sin el conocimiento de su pareja, mientras que sólo el 20% dijo que ser infiel es tener sólo relaciones sexuales con otra persona.
Para eludir estas situaciones, los expertos señalan que es importante cuidar la relación porque el tercero en discordia no llega por si mismo, sino porque hay grietas en la pareja que facilitan su aparición. “La infidelidad siempre es un síntoma de un vínculo deteriorado. Abrir la posibilidad a una relación con un tercero pone en evidencia una insatisfacción con el vínculo”, concluye Cruppi.
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