Los últimos días - bcn post-apocalíptica -

Publicado el 31 diciembre 2013 por Angelml


Año 2013. Una misteriosa enfermedad se extiende por todo el planeta. El pánico domina a la población, que se niega a salir a la calle, pues eso provoca la muerte de manera fulminante. Toda la población mundial se queda encerrada en sus casas. Mientras la civilización se desmorona, Marc, sin poder salir a la calle, emprende una misión casi imposible: la búsqueda de Julia, su novia desaparecida. Álex Pastor y David Pastor vuelven cuatro años después de infectados (carriers) con el cine post-apocalíptico, y de nuevo lo hacen a raíz de un virus que intentará devastar a la humanidad. Infectados, su anterior película, narraba la historia de un grupo de jóvenes que trataban de sobrevivir en un mundo masacrado por un virus letal y muy contagioso, como vemos hay similitudes de guion entre las dos películas.
En este caso, el virus ya no es el típico que convierte a la civilización en zombi o simplemente es altamente letal y contagioso, sino que provoca una agorafobia irracional, que causa una muerte instantánea a todo aquel que pone un pie en la calle. Esto obliga a la población a resguardarse en los edificios y moverse por las alcantarillas, cual ratas. Llegados a este punto, comienza la verdadera historia; la búsqueda desesperada emprendida por Marc, acompañado por su jefe de trabajo, con el cual hace un trato, con el objetivo de encontrar a la novia del primero. 
El film es entretenido y poco más, carece de trasfondo psicológico y de credibilidad narrativa además de estar plagado de tópicos uno detrás de otro vistos en mil películas made-in-usa. Como ocurre a veces el tráiler promete mucho más de lo que luego nos muestra el metraje, podemos decir que se vende muy bien como producto de consumo cinéfilo.
El punto fuerte de la película es el montaje y los efectos visuales; el ambiente de destrucción, miseria, supervivencia y violencia pone los pelos de punta. Para los que vivan o conozcan de ante mano la ciudad de Barcelona, seguro que les impacta verla de ese modo, muy curioso. Otro aspecto a su favor es la constante mención de barrios de Barcelona y de la red metropolitana lo cual es de agradecer ya que la hace más autóctona para los que vivimos en la city y para el público extranjero será de agradecer el uso de un lugar en concreto para su mejor ubicación. 
Los paisajes post-apocalípticos están bastante logrados, mención especial el final y las calles de Barcelona llenas de una efecto-bosque-exuberante muy resultón.
Tiene un buen comienzo aunque algo desconcertante, cosa que logra atraer la atención del espectador y hacer que este mantenga los cinco sentidos puestos en la pantalla. Los flashbacks en los primeros minutos de metraje son muy acertados aunque creo que peca de hacer demasiada alusión a ellos. Las peleas en los edificios, que parecen campos de batalla, y la travesía por las alcantarillas, ponen la acción necesaria en este género. Bien es cierto, que a la larga la tensión y la angustia van desapareciendo, en gran medida debido a su excesivo metraje y la pesadez de algunos tramos de la peli.
Y creo que ese es el principal problema del filme, la falta de credibilidad en algunos momentos de la película, que echa a perder todo el trabajo anteriormente conseguido.
Hay que aplaudir el intento por parte de Álex y David, los directores y guionistas, de no plasmar una historia plana y simple, sino que se vean reflejados valores como la amistad, el amor, la lealtad, o dilemas como traer a un niño en un mundo de crisis. Digamos que no profundizan demasiado a lo largo de los minutos, pero el intento, ya es de por si admirable.
La película no requiere de grandes actuaciones, pero hay que decir que Quim Gutiérrez y José Coronado se meten de lleno en el papel, sobre todo este último, que una vez más, está espectacular como a lo largo de su carrera ha demostrado. Mención especial también para Marta Etura que recuerda mucho su papel al de la película de Jaume Balaguero “Mientras duermes”, como siempre un amor para la cámara, dota a sus personajes de un carácter muy propio y de autentica dulzura.
Un film destacable pero poco original que se salva por los pequeños detalles que han sabido incorporar los hermanos pastor y que es excelente para exhibir al resto del mundo pero que no cuajará en el panorama español ya que se tildara de americanizado. Recordemos que los hermanos pastor acaban de empezar en esto y seguro que con su imaginación, buen hacer y la experiencia les esperan muchos triunfos fuera y dentro de España.