Los últimos migrantes

Por Pin

La migración prenupcial de aves en Asturias ocupa un periodo muy dilatado de tiempo, que comienza a mediados del mes de febrero y se prolonga varios meses. Su final está marcado por el movimiento tardío de las aves limícolas que ocupan nuestros estuarios a finales de mayo o primeros de junio. La gran mayoría de las aves que vemos en esta época se corresponden con tres especies que viajan en bandos mixtos: correlimos común y tridáctilo y chorlitejo grande.



Las aves limícolas que vemos en esta época se cuentan entre las aves más viajeras del mundo. Podemos tomar como primer ejemplo una raza de correlimos común que se observa exclusivamente en esta época, la subespecie arctica. No siempre es fácil de identificar, pero sí lo es en los casos más extremos: se trata de correlimos comunes muy pequeños, con pico y patas cortas y mancha pectoral muy reducida. Puede registrar un individuo en la ensenada de Llodero.

La subespecie arctica se reproduce en la zona NE de Groenlandia, y cuenta con una población muy reducida, entre 7.000 y 15.000 parejas. Su zona de invernada se encontraría en la costa oeste africana, de manera que la distancia que cubre en esta época puede superar los 7.000 km. El resto de los correlimos comunes que se observan en esta época pertenecen a la subespecie schinzii, seguramente los que se dirigen a Islandia y el sur de Groenlandia.



Esta distancia puede ser todavía mayor en el caso de otras especies. Por ejemplo el caso del correlimos tridáctilo, que se reproduce en Groenlandia más o menos en la misma zona que la raza arctica. Este correlimos inverna en África en latitudes mucho más australes, prácticamente hasta África del Sur, así que la distancia que separa sus zonas de invernada y reproducción podría estar entre 10.000 y 12.000 km.


Este movimiento migratorio de limícolas es sin duda uno de los más espectaculares que se pueden ver por Asturias, dado que las aves que se observan están ya en su plumaje nupcial. La cantidad de aves implicada depende de las condiciones meteorológicas que se den, las óptimas se producen con vientos fuertes de componente este que obligan a las aves a sedimentar, y eso es lo que ha ocurrido esta primavera en la que estamos teniendo muy buenos números. En Gozón contamos con dos enclaves muy buenos para su seguimiento, las ensenadas de Bañugues y Llodero.


Además de las tres especies más comunes que comenté se pueden registrar otras más escasas. Por ejemplo los únicos correlimos menudos del paso primaveral se registran en esta época, prácticamente la única del año en que podemos observar a esta especie con su plumaje nupcial.


También se pueden observar correlimos gordos o zarapitines en números escasos, se trata ya por lo general de aves inmaduras en plumaje no reproductor.