Los últimos naturales

Por Rumbovino @rumbovino
No volveré a excusarme, como tantas otras veces, antes de escribir un post sobre el escaso tiempo del que dispongo para hacerlo. No digo que no sea cierto, digo que al final se me acumulan los vinos que me han gustado y sigo sin ponerlos en digital por una cosa u otra. Estas últimas semanas he probado unos cuantos vinos naturales-ecológicos que, si bien no voy a explayarme en detalle, quiero al menos comentar algunas líneas de cada uno porque vale mucho la pena conocerlos.
Comienzo con 2 etiquetas de Esencia Rural, el emprendimiento de Julián Ruíz Villanueva en Quero, Toledo (Castilla-La Mancha) que lleva elaborando vinos orgánicos desde hace casi 20 años. Tanto PAMPANEO AIREN 2017 como el DE SOL A SOL AIREN 2016 son de esos vinos blancos (la uva Airen es una variedad blanca, sufrida y resistente a todo) que cuando los vuelcas en la copa, el color te descoloca al punto de tener que volver a mirar la etiqueta por las dudas. Naranja oxidado es su definición perfecta dentro de la paleta cromática. Turbios, glicéricos, vivos. Vinos verticales como flechas, arriesgados, de acidez alta pero equilibrada, mucha manzana verde en su punto de madurez con hierba fresca y notas terrosas. Extremos y llenos de matices que no dejan indiferente a nadie. 

Malas fotos con el teléfono, ya ven...


Ambos de vinificación tradicional, con crianzas en tinajas de barro (incluso enterradas en la misma viña en el caso de Sol a Sol) y maceraciones largas con hollejos, como a la vieja usanza, que le dan ese aspecto tan particular. Ya lo comenté en Instagram, son vinos que “los amas o los odias”, no hay término medio. Mi recomendación es que se animen a probarlos porque es naturaleza pura… además sus precios son para bolsillos en crisis (7,50€ y 9,50€).

Seguimos con un vinazo, así de sencillo lo digo, de Bodegas Marañones en San Martín de Valdeiglesias (DO. Vinos de Madrid) a los pies de la Sierra de Gredos. 30.000 MARAVEDÍES 2016 está compuesto por 90% Garnacha y otro 10% de mezcla de variedades locales que proceden de 6 parcelas diferentes, lo que se llama un vino de Comarca.
Racimo entero, levaduras naturales, crianza sobre lías de 8 meses en barricas grandes usadas. Producción en ecológico total. El resultado es una joya para beber sin cansarse, alejado de las garnachas cálidas y maduras. Tinto de capa media baja, brillante, glicérico, fluido, de cuerpo medio bajo. Nariz muy floral (jazmines y violetas), fruta roja madurita mixturada con balsámicos. Boca franca, sedoso, equilibrado, con mucha frescura y mucha fruta. ¡Exquisito! 

Más fotos malas...


Lo mejor de este vino es que, además de ser ecológico y rico, es barato (gama básica de la bodega), solo 11,5€.

Ahora un blanco para ir equilibrando la balanza. ISSE VIÑADOR SOÑADOR 2016 de Ismael Gozalo en su proyecto Microbio Wines con una filosofía cero intervencionista y cero producto químico. Solo uva, tierra y clima.
Elaborado con 100% uva Verdejo de un viñedo prefiloxerico (plantado en 1868). Este vino es el resultado de meter mosto con una alta turbidez, en tinajas de barro. Fermentación muy lenta durante varios meses a baja temperatura natural. Luego la tinaja se tapa para su crianza (10 a 12 meses) para finalmente pasar otros 10/12 meses en un depósito de acero inoxidable antes de ser embotellado.
Un blanco que es más blanco en el sentido de su color (amarillo pajizo), con leve turbidez, brillante y glicérico. Su nariz es un canto a los cítricos maduros (pomelo rosado, naranja fresca, limones dulces) con notas de hierbas aromáticas. La boca es fresca, voluminosa, grasa, franca y con un leve amargor final exquisito. Este vino es para paladares más amplios, pero su punto macarra hace que los amantes de los blancos impolutos quizá no lo entiendan del todo. ¡Me gustó mucho! Su precio es más alto, estamos por los 18€, pero anímense a romper la hucha que no falla. 

También con el teléfono...

Cierro con un tinto para no desentonar. Una Garnacha de Gredos, en concreto de San Juan de la Nava, que elabora Marcos Peral más que artesanalmente con uva del Viñedo de la Umbría que era de su abuelo Clemente. Un novel emprendedor que decidió recuperar la viña, darle vida nuevamente siguiendo una filosofía orgánica, retomar la tradición y herencia familiar del trabajo de campo que muchos jóvenes de hoy no quieren ni ver. Y así fue… en sus tiempos libres acomodó la vieja bodega del abuelo con unas cuantas tinajas de barro dentro, compró algunas barricas usadas y se puso a hacer vino artesanal. CLEMENTE PERAL 2017Garnacha 100% de escasa producción, fermentada y criada durante un mes y medio en tinajas de barro de los años cuarenta y luego 6 meses en barricas de tercer uso. Según leí en su página (aun queriendo tener forma de web, pero con alma de blog) fue aprendiendo sobre la marcha, preguntando, equivocándose, arriesgando, pidiendo ayuda, y animándose. 
Color rojo picota de capa alta, cuerpo medio-alto, con brillo y muy glicérica. Nariz que destaca por su perfume a flores, frutas rojas maduras y tierra húmeda. La boca es potente, con taninos aún rugosos, pero muy franca. Buena frescura que equilibra la madurez de la uva, cerrando con un punto levemente dulzón que no molesta en absoluto. Se expresa y se bebe como un vino artesanal, tal como es. Para estar comenzando, el resultado no pudo salir mejor. Pero creo que tiene un potencial impresionante. 

Esta está un poco mejor...


En la cosecha de este año se animó con una Garnacha que le cedieron de una viña vecina (Finca la Cornocosa) que hizo fermentación por maceración carbónica, alcohólica y maloláctica en tinajas de barro durante 75 días. MURUM 2018 que en lo personal no me gustó tanto porque quedó con demasiado azúcar residual, pero estoy seguro de que a muchísima gente le encantará. ¡Diversidad ante todo!
Conocí estos vinos por los amigos de @NosVamosDeVino en Instagram. Me contacté con Clemente y le pedí unas botellas. En su web justifica por qué su vino es caro (parece que algunos le han dicho que lo es). Yo, desde este pequeño espacio que es nuestro blog, le digo que su vino no es caro, que es barato. Porque además de costar solo 10€, es tremendamente honesto. Si quieren probar una garnacha de Gredos artesanal busquen a Marcos en las redes sociales y pídanle unas botellas que las van a disfrutar y de paso lo van a ayudar. Los comienzos nunca fueron fáciles para nadie.
Aquí lo dejo por ahora… Más adelante, en otro impulso redactor, les contaré sobre más vinos cuya filosofía se ancla al respeto por la tierra y el medioambiente.
Salutes,
Rumbovino 
Más de 8 años comunicando la cultura del vino. En favor del consumo moderado y responsable.