Los Vengadores 2 , ordeñando la vaca

Por Cinéfilo Criticón @cinefilocritic

He sido optimista del rumbo que le ha dado Marvel a sus franquicias de superhéroes, aún cuando en el proceso estén saturando el mercado con series de televisión y películas a lo largo del año.

Estaba auténticamente emocionado por ver que nos tenían preparados los Vengadores, es más, hasta deje de ver los tráilers y decidí darle un vistazo al último episodio de Agentes de SHIELD, que por cierto, han tenido una tremenda mejoría.

La adrenalina de los primeros minutos mientras los Vengadores atacan el cuartel de Hydra, era más que justificada porque el agente Coulson (Clark Gregg) había descubierto que los enemigos tenían el cetro de Loki. Las tremenda escena de acción tenía sentido, y me importaba que un gigante verde corriera por la tundra, el hombre hojalata surcara por los aires y el resto gritando mientras disparos láser se perdían en el horizonte.

Pero para aquel que no vio el episodio de SHIELD, tales secuencias que acabo de describir le debieron haber pasado de noche. Si bien es emocionante ver luces, color y sonido mezclados en tan breves segundos, la emoción no es la misma si no sabes que está pasando. Mientras la acción se desarrollaba con todo su esplendor, uno como espectador tenía que descifrar en breves diálogos el propósito de tanto desmadre y para cuando medio le entiendas todo el espectáculo había terminado.

Por obra y designios de Joss Whedon, el enlace que tenía con SHIELD termina y decide comenzar de cero con una nueva historia que involucra la inteligencia artificial de Ultron (James Spader). En esos momentos mis expectativas seguían intactas, aún cuando llegue a notar las ausencias de Peper Potts (Gwyneth Paltrow) y Jane Foster (Natalie Portman), decidí ignorarlas ya sea en pro de la ligereza de un elenco en aumento o para evitar escenas rellenos que no llevan a nada.

En eso llega el nacimiento de Ultron, el cual es comparable al café instantáneo: en donde abres un sobrecito, mezclas y listo. En breves segundos, se nos explican las fobias entendibles de Tony Stark (Robert Downey Jr.) hacia invasiones extraterrestres y su necesidad de encontrar una forma de proteger el planeta. Todo explicado de la forma más acelerada, bruta, inepta y como si no quisieran que nadie se enterara.

Entre el cetro de Loki, murmullos, tecnicismos deprogramación, es como derepente aparece Ultron con su mismo monólogo de Pinocho que ya conocemos. De una vez aclaro, que este personaje es uno de los mejores villanos en los últimos años. El que lo hayan desgraciado es otra cosa, porque su diseño, manierismos, hasta sus motivaciones son envidiables, ya quisieran otras películas tener a un personaje de esa talla, y deciden desperdiciar tal talento con un desarrollo tan deplorable, nada más porque quieren llevarnos a las secuencias que hemos visto una y otra vez en los tráilers.

Y eso es culpa de ustedes como audiencia que consideran el valor de una película en la cantidad de explosiones, destrucción o sonido que sale de la pantalla. Con esto no quiere decir que este opuesto a tal herramienta, mientras se logre mantener un balance que lo justifique y aquí seriamente se esta viendo una tendencia que continua desde ‘Guardianes de la Galaxia’, que la trama es lo de menos, mientras ofrezcas lucecitas surcando el espacio, la taquilla responderá con millones de dólares.

Por eso tengo que regresar a mis primeros párrafos cuando relataba la explicación de la escena inicial ligada a la serie de televisión. Todo ese escándalo de acción en medio de la montaña de Sokovia tenía razón de ser y después de eso Joss Whedon inexplicablemente es incapaz de crear una narración coherente que explique la escena de acción A, que liga con la B y nos lleva a la C.

‘Los Vengadores 2′ conforme recorre su largo tiempo de duración propaga su mantra: más vale pedir perdón, que pedir permiso. Es por eso que tenemos a Ultron robando Vibranium y explicando sus motivaciones, luego Tony creando un nuevo androide y explicando los por qué, y el colmo es hasta que Thor (Chris Hemsworth) tenga que desaparecer un buen rato para regresar y explicarnos más detalles de que chingados está sucediendo. Literalmente el planeta tiene que explotar primero, y después nos llegaran las explicaciones de lo que sucedió. Eso no crea expectativas, asombro o sorpresas; es simplemente producto de un pésimo libreto.

Es frustrante como esas escenas del tráiler con los Vengadores derrotados, auguraba una épica lucha entre un gran villano y resulta ser producto de la manipulación de una psíquica que solo se incluye para refrescar la terna de superhéroes. Ni que se diga del hermano gemelo de la susodicha que sólo sirve para darle un final decente al protagónico de Ojo de Halcón (Jeremy Renner).

Así es, el berrinche tipo Halle Berry funcionó y el personaje recibe una considerable atención a tal grado que altera por completo el enfoque de la película a uno de los personajes más flojos de los que cuenta los Vengadores. En medio de clichés de familia se nos vende la idea del héroe identificable con la audiencia granjera que visita las salas de cine. Y aún así, es de lo poco que funciona en toda la película porque Whedon pone freno en el acelerador y decide ofrecer un desarrollo adecuado de principio a fin.

Si todavía continúan leyendo mi crítica, o lanzado directamente a los comentarios para expresar toda su ira. Quiero dejar en claro que dentro de todo este desmadre que son ‘Los Vengadores 2′, logro ver un contenido deseable y digno tratando se salir. Aún cuando Ultron tiene cinco segundos para conversar, resulta ser de lo más entretenido, y lo escucho con atención porque plantea interrogantes interesantes del fenómeno de los Vengadores, y como este mundo está tratando de lidear con la presencia de estos dioses con superpoderes.

Lo mismo puedo decir de la introducción de Vision, quien con pocas frases y un diseño llamativo, nos tiene deseando más tiempo en pantalla. Sus breves conversaciones demuestran la sabiduría extrema que la gema provee, quizás podrá ser opacadas por la comicidad con el martillo de Thor, más nunca su personalidad que evoca un poder inimaginable que pone a prueba en una escena crucial con Ultron que podría haber sido para más.

Si pongo enfásis en los personajes, les recuerdo que son ellos por los que vamos al cine y no las explosiones a mil por hora. ¿Acaso les tengo que recordar porque fueron a ver Rápidos y Furiosos 7?

Sin duda las escenas donde los Vengadores luchan contra cientos de enemigos son vistozas y el trabajo de Whedon en la cámara reproduce esas ilustraciones gloriosas de los comics con poses heróicas.  De eso no hay duda, el festin visual es abundante, soberbio y hasta raya en exagerado con un desenlace que busca desesperadamente un toque de identidad frente a la competencia. Pero esta vez no es suficiente

Me doy de golpes en la cabeza porque esta película proviene de Joss Whedon, uno de los creadores de series de televisión que están en servicio de los personajes. Aquí sucede todo lo contrario, aunque admito que lo intenta ofreciendo un vistazo a las mentes de los héroes, al final veo una traición a sus principios porque nunca llegan a ser más que breves escenas que sólo sirven como anticipos para las siguientes películas.

Veo tremenda interferencia de un comité de ejecutivos en la oscuridad presionando por incluir detalles que destruyen cualquier intención por narrar una historia. Aquella visión por querer basar sus películas en una gran saga que involucra las gemas del infinito esta mostrando desgaste. No existe novedad, sólo una fórmula que se esta propagando, y donde lo único que cambia es el título de la película.

Con lo anterior no quiere decir que estoy en contra de la fórmula preestablecida, de lo que estoy furioso es que ni tan si quiera están maquillando sus intenciones. No veo ni la más minima intención de sorprendernos o tan siquiera salirse de su zona de confort. Seguiremos viendo a los superhéroes perseguir objetos y de mantener una lucha interminables hasta que la audiencia se canse o la vaca llamada Saga del Infinito no de más.