Fecha de publicación: Junio de 2015
Número de páginas: 296
Sinopsis: Para los Post, el viaje de dos semanas a Mallorca con su familia y amigos es una celebración: Franny y Jim cumplen treinta y cinco años de casados y su hija, Sylvia, se ha graduado en el instituto. La soleada isla, con sus playas y montañas, sus tapas y sus pistas de tenis, promete también una tregua de las tensiones propias de Manhattan. Sin embargo, no todo resulta según lo planeado: durante las vacaciones salen a la luz algunos secretos, se experimentan nuevas y antiguas humillaciones, resurgen rivalidades de la infancia y se reabren viejas heridas.
Opinión personal
Llegué a este libro atraída por su portada, sin saber el argumento ni tener referencias previas, pero en plena ola de calor, encontrarme con esta portada tan refrescante y decidir dejarla pasar, no era una opción.
La primera idea global que puede servir de aproximación es que esta lectura es lo más parecido a ver una película de Woody Allen que he experimentado nunca durante el transcurso de un libro. Más tarde comprobé que esta misma referencia aparece en la contraportada, lo cuál no hace más que corroborármelo.
Los Post son, a primera vista, una familia como otra cualquiera. Bueno, como cualquier otra familia de Manhattan que puedan permitirse dos semanas en Mallorca como vacaciones de verano. Y es que es una verano especial para todos ellos: Franny y Jim, los padres, cumplen treinta y cinco años de casados, el hijo mayor, que vive en Miami con su novia, adicta a los gimnasios y la vida sana, volará a España para volver a pasar las vacaciones de verano con ellos después de muchísimos años, y Sylvia, la pequeña, pasará las última vacaciones con sus padres, pues acaba de graduarse y pronto comenzará la universidad. Al plan, además, se unen una pareja de amigos de Franny por lo que pueden parecer una vacaciones idílicas; buen destino, gran clima, amada compañía... Pero todo acaba torciéndose.
Se trata de una familia un poco disparatada, no por nada excesivamente fuera de lo común, pero si con rasgos esperpénticos propios de esas películas de Woody Allen en la que todo parece un poco disparatado. Durante dos semanas, y a modo de capítulo por día, iremos acompañando a esta familia en sus vacaciones, iremos conociendo sus planes, las situaciones en las que tienen que desenvolverse, los ratos que pasan juntos... Lo cierto es que a pesar de que hay muchos personajes, todos ellos muy diferentes entre si y bastante bien definidos, no he acabado de conectar con ninguno de ellos. Las historias que acompañan a cada uno son interesantes y gracias a ello la lectura se hace amena, pues se mezclan diferentes tramas, pero a final de cuentas me ha dejado un poco fría esa conexión que he sido incapaz de sentir.
Sin duda puede encuadrarse en una de esas historias ligeras y frescas de verano, con la que disfrutar leyendo un rato en la playa o la piscina, pero para mi no ha supuesto una lectura remarcable ni se ha convertido en uno de esos libros que no dudaré en recomendar a todo el mundo. Aunque también es cierto que cada libro cumple su función, y el hecho de que se haya convertido en un bestseller del New York Time será garantía suficiente para que muchos lectores disfruten de las vacaciones soñadas de los Post en Mallorca.