Andamos últimamente un tanto estresados con el recorte salarial de los funcionarios, las medidas tomadas por Rodríguez Zapatero, etc, etc... Y es lógico, a fin de cuentas somos más los pobres que los ricos, por lo que los movimientos directos de los mercados financieros y las altas economías internacionales se nos antojan muy lejanos.
Pero no podemos ni debemos separar los argumentos populistas de los, también importantes, argumentos macroeconómicos.
Que rebajen la calificación de la Deuda española no es bueno. Explicado de una manera brutalmente sencilla: que nos bajen la calificación de la Deuda significa que nos costará mucha más poder pedir dinero prestado porque a quien se lo pedimos confiará menos en nosotros, lo que llevará consigo que tengamos que pedir dinero con intereses más altos.
Y claro, el problema de esto es que por más ajustes y fanfardas que se hagan, un Estado vive de lo que debe, por cusioso que sea.
Así que nadie se equivoque, aunque la noticia de la semana parezca estar en la entrada de José Manuel Parada en 'Supervivientes', lo que ha hecho Fitch no puede hacer pupita.