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Los vertidos de Fertiberia tienen fecha de caducidad.

Publicado el 15 enero 2010 por Xinquer
Desde hace poco más de un par de semanas, un ambiente de satisfacción parcial se respira en el seno del Fondo Mundial para la Naturaleza de España. Satisfacción si, por un trabajo bien hecho que ha tenido como consecuencia una resolución favorable para un ecosistema de marismas del litoral español, pero parcial por la consciencia de que no ha sido más que un pequeño paso más hacia la protección de un rico biotopo.
La alarma saltó hace ahora una década, cuando Greenpeace denunció ante el Ministerio de Medio Ambiente y la Junta de Andalucía los vertidos que la empresa fabricante de fertilizantes y productos fitosanitarios Fertiberia S. A. estaba llevando a cavo en la desembocadura del río Tinto, ubicado en el litoral de la provincia española de Huelva. Una analítica reveló la presencia de Fosfoyesos que estaban dañando seriamente la marisma costera que el río formaba en su desembocadura, amenazando la supervivencia de todo el ecosistema. Pronto WWF se sumó a la protesta a través de la vía judicial alegando además que los vertidos en ambientes públicos marítimo-terrestres violaban directamente la Ley de Costas.
Los vertidos de Fertiberia tienen fecha de caducidad.

Aspecto actual de la desembocadura.

La empresa implicada se defendió aportando pruebas sobre la concesión de costas obtenida en 1.968 por el gobierno vigente en dicha fecha, pero en 2.003 la Dirección General de Costas verificó que se estaba quebrantando la referida Ley y anunció la caducidad del permiso de vertidos; desde entonces WWF ha estado reclamando a las autoridades competentes que se ejecute cuanto antes el Auto emitido.
Recientemente, la Audiencia Nacional ha establecido al fin una fecha límite para la ejecución de la sentencia, ordenando el cese de vertidos antes del 31 de Diciembre del presente año, desoyendo la petición de la productora que proponía la misma fecha de 2.012 como límite; el juez ha establecido una fecha a corto plazo al estimar que la empresa ha tenido sobrado tiempo para acondicionar la factoría en consonancia con la nueva situación puesto que tuvo constancia de la sentencia desde su emisión en 2.003.
La sentencia ha sido acogida como una excelente noticia, pero desde WWF reclamamos que se lleve a cabo una restauración completa del ecosistema, eliminando los residuos acumulados en el lecho de la marisma y reintroduciendo las especies autóctonas afectadas en vez de limitarse a una sencilla revegetación como Fertiberia pretendía. El problema reside en que el tribunal tan solo ha exigido a la empresa veintidós millones de Euros como aval para que se realicen las intervenciones necesarias ya que a lo largo de cuarenta años han sido más de setenta millones de toneladas de residuos altamente complejos los que se han acumulado en una superficie de mil doscientas hectáreas, lo cual no asegura una recuperación aceptable del ecosistema.
Desde aquí quiero felicitar al equipo del Fondo Mundial para la Naturaleza que ha trabajado durante los últimos diez años para poner fin al vertido industrial clandestino más notable de Europa; a continuación es importante mantener la vigilancia para que la factoría demandada cumpla con la sentencia y regenere el ecosistema que durante cuatro décadas ha estado envenenando.


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