1 noviembre 2013 por evasinmás
Hoy, Día de Todos los Santos, y mañana, Día de los Difuntos, es casi imposible no recordar a los muertos. Para serles sincera, a mí me da la sensación de que los míos están de viaje. En mi caso, la mayoría de mis familiares cercanos ya finados escogieron, además, justo los meses de octubre y noviembre para marcharse. Como si hubieran decidido migrar, en busca de primaveras o veranos de otros países. Tengo que reconocer que ya estoy cansada de que anden por esos mundos, de viaje, que me gustaría que hoy, o mañana, o pasado, o dentro de unos días, alguno me tocara a la puerta y, maleta en mano, me dijera: “Ya estoy aquí, me he cansado de andar por ahí y he decidido volver a casa”. Los viajes de mis muertos empiezan ya a ser demasiado largos, aunque, de vez en cuando, alguno me visite en sueños.