Llega un momento de la vida en que a la gente, vaya uno a saber por qué, se le da por casarse. Entonces gastan fortunas en una fiesta, la cual siempre suele tener un momento claramente polémico: “El video”. Todos nos paramos entonces, nos apretujamos un poco, y esperamos ansiosos saciar ese egocéntrico deseo de ver si aparecemos en alguna foto.
A nuestro parecer existen dos tipos, los cuales nos detendremos a analizar brevemente:
El primero es el de fotos de él y de ella… de ella y de él. Infaltable. Innigualable. Inflamable (¿?). Primero aparece él de chico, después le siguen hermosas imágenes de ella en sus primeros años de vida. Van creciendo. Con amigos, cada vez mas grandes. Y después juntos y enamorados. La elección de estas fotos siempre suele ser una tarea asignada a algún familiar o amigo cercano, que en el 84,3% de las veces le pifia con las seleccionadas. ¿Quién quiere ver una foto de los 15 de Sandrita con ese vestido horrible que ella misma detesta? ¿Quién se quiere enterar de que hasta los 13 años a Luis todavía le faltaba una paleta y eso le generaba mucha vergüenza? Obviamente no tanta como la que está pasando mientras observa detenidamente la secuencia de imágenes.
Vos que estás leyendo esto. ¿Pudiste visualizar alguna de las fotos? ¿O te acordás de alguno de estos videos? Para ayudar a tu memoria agregalo a Fito cantando: Haaaaaay recuerdos que no voy a borrar… Bueno, eso pasa en el mejor de los casos. En otros, ya la música de fondo es muy melosa. Nuestro tan querido Axel muchas veces se relame siendo participe o sino algún clásico en ingles para los más osados. Estos videos siempre pero siempre son malos. Siempre. Basta con mirar la cara de cualquiera que no esté en primera fila para ver el aburrimiento que generan.
Estos primeros, nos concluimos, carecen de gusto, creatividad, diversión…carecen de sentido común!
Párrafo aparte para el cierre muy poco original que incluye las imágenes del civil recientemente llevado a cabo. Y por desgracia los peores editores suelen agregar una frase relamida, de esas que dicen “Amo lo que amas yo te amo… amo tu sonrisa y tu mirada…”.
El segundo tipo (y mucho más polémico) es el que realizan los amigos de la pareja en cuestión. Las estrellas suelen ser actores frustrados o improvisados travestis. Arman un sketch (gran palabra) o sino otra que hacen es recrear una publicidad conocida o una escena de alguna película o programa de televisión. Con el guión semi definido se largan a filmar.
A ver, que quede claro, ni en pedo son malos, porque la verdad que les ponen mucho huevo, pero los chistes solo lo entienden los que se casan y 2 o 3 amigos más. Verdaderamente buenos son pocos. Después están los que uno se queda esperando un remate que nunca llega; los instrascendentes sin contenido; los simplemente malos; y los muy malos.
Incentivando el uso responsable de esta herramienta, les decimos que estos videos deberían desaparecer o a lo sumo durar entre 2 y 3 minutos. Todos seríamos un poco más felices, o por lo menos nosotros.
Les dejamos un regalo para que reflexionen y pongan en práctica nuestra propuesta: