Los viejos rockeros nunca mueren

Publicado el 11 agosto 2010 por Héctor

En casi cualquier aspecto de la vida, suele cumplirse el tópico que dice que "el tiempo no perdona". Sin embargo, el baloncesto es uno de esos deportes en los que tradicionalmente la edad se ha convertido en un factor determinante pero en su sentido más positivo. Pocos son los equipos que estén o hayan estado en la élite sin contar -además de con alguna superestrella joven en su apogeo físico- con uno o varios veteranos que, superada (y a veces con mucho) la treintena, aportan esos intangibles que sólo son posibles cuando uno lleva muchas batallas a sus espaldas durante mucho tiempo.
Este verano, como sucede siempre, muchos veteranos han consumido su contrato en la NBA, y se han encontrado en la difícil tesitura de estar sin equipo a una edad en la que muchas franquicias se muestran reticentes a contratarlos. La NBA es un espectáculo que está dirigido a un público cada vez más joven, y por ello es necesaria -cuando no imprescindible- la identificación de esos aficionados con los jugadores que destacan en la liga a una edad muy temprana. Lo que más vende es la juventud y la exhuberancia física, factores que (bien utilizados) son muy valiosos pero generalmente estériles si no van acompañados de otros como la experiencia, la madurez o el conocimiento del juego.
Algunos de estos veteranos sin contrato garantizado han tenido la suerte de encontrar equipos interesados en hacerse con sus servicios, aunque sea para ocupar roles secundarios o para aleccionar a los jugadores menos experimentados. Jugadores como Shaquille O'Neal (el más veterano de la NBA con 38 años y 18 temporadas de experiencia) y Jermaine O'Neal (31 y 14 temporadas) en Boston; Kurt Thomas (37 años, 15 temporadas) en Chicago; Ben Wallace (35 años, 14 temporadas) en Detroit; Brad Miller (34 años, 12 temporadas) en Houston; Derek Fisher (36 años, 14 temporadas) y Theo Ratliff (37 años, 15 temporadas) en los Lakers; Juwan Howard (37 años, 16 temporadas) y Zydrunas Ilgauskas (35 años, 12 temporadas) en Miami o Tony Battie (34 años, 13 temporadas) en Philadelphia son claros ejemplos de "veteranos de guerra" que apuran sus últimos partidos como profesionales con la intención de dar a sus equipos ese plus de experiencia que se antoja necesario en los momentos calientes de la temporada. 
El último en sumarse a esta lista ha sido Tracy McGrady. A pesar de tener sólo 31 años (llegó a la NBA siendo casi un adolescente), T-Mac da ya la sensación de ser uno de esos jugadores de vuelta de todo y cuyos mejores tiempos en la Liga quedan ya muy lejanos. Después de 13 temporadas en activo, dos veces máximo anotador de la NBA y siete presencias en el All-Star Game, McGrady ha firmado por una temporada con los Detroit Pistons por el mínimo para un jugador de su experiencia (cerca de 1.4 millones de dólares). Tras dos temporadas de infierno por culpa de las lesiones, McGrady había tenido muchos problemas para encontrar equipo después de que finalizara su vinculación con los New York Knicks. Ni Cleveland ni Chicago quedaron convencidos de su estado físico en los workouts que realizó para ellos, y finalmente han sido los Pistons los que han optado por su fichaje. Detroit es un equipo en clara reconstrucción y con pocas opciones de Playoffs la temporada que viene, y el escaso riesgo económico de la operación ha facilitado el aterrizaje de T-Mac en la ciudad de la Motown. Su presencia puede desencadenar otros movimientos en los Pistons antes de que empiece el próximo curso, con todas las miradas puestas en un posible traspaso de Tayshaun Prince, cuyo contrato (que expira el verano que viene) puede ser muy apetecible para otros equipos.
Sin embargo, no todo son buenas noticias para estos "abuelos". A diferencia de los mencionados anteriormente, todavía hay veteranos que a día de hoy no tienen equipo. Esto significa que cada minuto que pasa están más cerca de la retirada si no llega una llamada de algún equipo y un contrato mínimo que echarse a la boca (y que también puede llegar la próxima primavera en un equipo que quiera algún veterano para reforzar el roster de cara a los Playoffs). En esta situación hay grandes de la historia como Allen Iverson (cuyo futuro está en el aire después de su estrambótica temporada pasada) y jugadores con pasado más o menos estelar como Jerry Stackhouse, Joe Smith, Michael Finley, Larry Hughes o Tim Thomas. Otros, como Rasheed Wallace, han optado por la retirada definitiva de las canchas. Finales silenciosos para unas carreras llenas de batallas.