Revista Cine

"Los Viejos Tiempos. El Rey no besa." de Joann Sfar

Publicado el 27 septiembre 2010 por Crowley

 "La imbecilidad no es únicamente patrimonio de la gente joven. Los engaños tampoco. He aquí la historia de cuando una vez mentí. Yo no soy el héroe. Soy demasiado viejo. Pero esto sucedió por mi culpa. Por lo que, sin ninguna duda, me corresponde a mí narrar esta aventura. No jhabrá moraleja en esta historia. Mentí y los hechos tuvieron lugar. No esperéis que os diga si estuvo bien o mal. No es mi estilo."
Así comienza la nueva obra del prolífico Joann Sfar, que nos llega, en una cuidada edición en cartoné, de manos de Ponent Mon. Su título, "Los Viejos tiempos (1): El Rey que no besa".Con reminiscencias de "La Mazmorra" (del mismo Sfar y Lewis Trondheim), esta mágica y mitológica historia, nos transporta hasta una extraña región ("Érase un país en el que el agua corría en dirección inversa. Así, las lágrimas ascemdían hacia el cielo.") en la que vive Cassian, nuestro accidental héroe. Cassian es un aprendiz de Zahorí enamorado de la nieta de su maestro, de Nadège, que posée la habilidad de convertirse en zorro y de envenenar a quien le bese con el agua que encierran sus labios. Sin proponérselo, se ve arrastrado hacia una misteriosa y enigmática aventura que le hará conocer a gigantes, serpientes-espada, unicornios, comadrejas manipuladoras, reinas viudas y, sobre todo, a sí mismo (puesto que la filosofía de la persona también está presente, nuevamente, en la obra de Sfar, como en el siguiente diálogo. "¿Qué harás si el mundo real no se parece a nada de eso?. ¿Seguirás repitiendo "yo quiero", "yo quiero", o lo acpetarás?. / ¿Aceptar qué?. / El mundo.").Creador inquieto, Sfar no sólo es un apasionado e incansable dibujante de comics, sino que también es una multifacética persona que compone música, escribe novelas y también guiones para cine y series animadas de televisión.Como ocurre en la mayoría de sus obras, el protagonista, Cassian, es un ser que está solo en el mundo (tal vez, ese recurrente tema de la familia, sea debido a que Sfar tuvo que aprender a vivir con la muerte de su madre cuando tenía tan sólo 3 años de edad) y tiene como especial motivación, infructuosa a todas luces por el momento, el seducir a una mujer. La "peligrosa" nieta de un zahorí, Nadège, en este caso que es como una niña grande, caprichosa y aventurera, que no sabe realmetne qué quiere y que ha hecho del engaño y la seducción su principal arma. Y es que las desgracias y aventuras de nuestros corazones, las historias de amores infructuosos, es tan universal que no podemos sino vernos reflejados en lo que se nos cuenta. Nosotros, todos, hemos sido Cassian en algunas ocasiones y Nadège en otros.También hay un planteamiento muy interesante, entre otros muchos, y es el de la religión, que tiene un papel notable en estas páginas (recordemos la tendencia hacia el judaísmo en otras obras de Sfar), con la representación del único Dios de la tierra en la que transcurre la acción como un ser amarillo, traslúcido, provisto de un único ojo y que susurra a los humanos las acciones (siempre funestas) que quiere que lleven a cabo.El lector habitual de Sfar sabe lo que va a encontrar aquí, en "El Rey que no besa". Calidad. Pero para el lector ocasional que no conozca su obra, le digo que descubrirá que está ante un comic delicioso, una historia mágica y mitológica que, a pesar de su aparente aspecto inocente, encierra múltiples y complejas lecturas. Un singular estudio sobre el alma, las inquietudes y las motivaciones humanas. Unas cálidas y coloridas viñetas pobladas por malos que no son tan malos y hasta cierto punto entrañables y buenos que no son tan buenos y hasta cierto punto naquiavélicos; comadrejas conspiradoras, gigantes dormilones, árboles de tres pares de brazos, cabras cantoras, serpientes-espada, reinas viudas sin pena, zahoríes que se transforman en zorros, reyes que no quieren besar... "monstruos" en definitiva. Algunos de evidente deformidad externa y otros, mucho más terribles, monstruosos desde dentro.No sean tímidos y no hagan como el Rey del título. Besen con fuerza a esta obra. No se arrepentirán.
Los viejos tiempos. El rey no besa.Joann Sfar. 144 paginas. Color. Cartoné.PVP: 20,00 EUR.Para más información, consultar la página oficial de Ponent Mon, AQUÍ.

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