Ante la prohibición del tabaco en lugares públicos y las nuevas prohibiciones que pueden estar por venir, los hosteleros se convertirán por decreto en: Los vigilantes de la barra
Será obligación del personal que trabaje en hostelería, el vigilar, impedir y denunciar, si fuera preciso:
- si los clientes defraudan a Hacienda.
- si los clientes son portadores de alguna enfermedad infectocontagiosa.
- si los clientes se han cambiado de ropa interior.
- si los clientes tienen previsto votar en blanco en las próximas elecciones.
- si los clientes han bajado la tapa del inodoro.
- si los clientes
tienen el coche aparcado en doble filahan pasado la ITV del coche. - si los clientes han agotado el cupo de puntos del carnet de conducir.
- si los clientes han devuelto todas los DVDs al videoclub, rebovinados!
- si los clientes caminan por el lado derecho de la acera y usan los pasos habilitados a tal efecto para cruzar la calle a cagarse en los que hacen estas listas absurdas
- si los clientes se acuerdan un número primo de veces de los ancestros de los políticos.
- si los clientes roncan en Fa sostenido o en Sí bemol
- si los clientes son puteros. En cuyo caso tendrán que salir a buscar a las prostitutas que prestaron sus servicios en los últimos siete años y señalar en rojo los anuncios de los periódicos en los que se publicitaron.
- si los clientes alguna vez han orinado en el mar o en la ducha.
- si los clientes se sacan mocos de la nariz en los semáforos.
- si los clientes prefieren fabada asturiana o judías pintas con chorizo.
- si la abuela de los clientes fuma o en su defecto se pone de parto a las cuatro de la mañana.