"Solo cuando colocó las manos en el volante se dió cuenta de que las tenía ensangrentadas. Notaba las palmas pegajosas sobre la funda de piel. Pero no hizo caso, metió marcha atrás y salió derrapando del acceso del garaje. Oyó el chisporroteo de la grava impulsada por los neumáticos."
Pues nada, que tras mi pataleta con el anterior libro, la historia de Patrick y Erika continúa. Así a regañadientes empecé este libro cuando pasó el prudencial tiempo de tres días de su salida a la venta. Hoy traigo a mi estantería virtual, Los vigilantes del faro.
Erika se adapta al nuevo cambio y Patrick tiene que resolver un caso de asesinato de un hombre cuya última compañía fue su ex novia, una mujer que vive en un faro abandonado.
Y poco más se puede contar sin desvelar la trama o anteriores libros de la saga. En este, como ya habíamos ido viendo, Erika sigue en su regresión a preocupaciones hogareñas, y a Patrick lo he visto un tanto falto de gas. La trama es entretenida, con un barullo de personajes entre parientes, hermanos, amigos... que luego nos va desgranando en la novela para montar una historia en la que encajen las piezas. Läckberg ha probado el éxito con esta saga y es difícil que se plantee salir del formato elegido. Nos presenta historias con vocabulario asequible y tramas que nos permiten pensar y acompañar al protagonista durante sus investigaciones, proporcionando así el segundo entretenimiento al lector: descubrirlo antes sin tener en cuenta que el protagonista va dirigido por el autor y así difícilmente lo podamos adelantar. Historias que se complican y en las que habla de temas importantes como la violencia de género y drogas.
Pensaba señalar el final del libro, que termina de formal normal, con soluciones y una parte abierta por si la familia sigue aumentando. Pero luego me he dado cuenta que no hace falta, que una vez ya se habló del despropósito del final en el libro inmediatamente anterior, el resto son como corresponde. Historias hiladas tendentes a un fin.
Estos días he traído personajes densos, obras pesadas, clásicos.
Hoy me desmarco con un libro vacacionero, de esos que no aspiran ser una gran obra literaria, pero de los que acostumbramos a llevar a la playa. Séptimo de una saga que llegó cuando se puso de moda aquella zona y que está demostrando cada años, que lo hizo para quedarse.
Lo cual, dicho sea de paso, me lleva a la pregunta de hoy, ¿cuál es la última saga de libros que os enganchó?
Un libro entretenido para disfrutar a la sombra.