Según Jesús Callejo, escritor y colaborador habitual del programa Cuarto Milenio, los hechiceros de la magia vudú de Haití utilizaban una sustancia para dejar en aparente estado de muerte a la persona que querían esclavizar. Muchas veces envenenaban a la víctima por encargo, indica.Esta sustancia es conocida como 'polvo de zombie' o 'coup de poudre' y se produce a base de tetrodotoxina, un veneno extraído del pez globo que ralentiza el ritmo cardiorrespiratorio a la personas que lo ingieren simulando de esta manera su muerte.Después de que la víctima entra en un estado cataléptico, la familia al pensar que está muerta la entierran viva. El hechicero espera unos días para desenterrar a la víctima y procede a reanimarla. “Aquí entra en acción los segundos polvos, una sustancia psicoactiva capaz de anular la voluntad de la víctima”, indica Jesús Callejo. De esta manera pese a que la víctima conserva la vida, sus cualidades mentales están disminuidas a la mínima expresión, lo que la impide valerse por sí misma.En algunos casos, según recogen algunos estudios elaborados por antropólogos, a la víctima nada más reanimarla, 'el amo' la somete a tormentos para que crea que ha despertado en el infierno y vea en él al mismo demonio. De esta manera la víctima quedará, por su incapacidad y su miedo, sometida al amo y se convertirá de por vida en su esclavo. Normalmente, según la mayoría de estudiosos del tema, el zombi era utilizado para hacer trabajos en el campo. Esta situación no tiene marcha atrás ya que los daños cerebrales suelen ser irreversibles, a pesar de que la creencia popular diga que la ingestión de sal liberaría al zombi de los efectos de la droga, matiza Jesús Callejo.
Fuentes: Te Interesas. es