Los zorros muestran sus dientes

Publicado el 16 julio 2010 por Pirulopy

Clima de temor de fraude en internas coloradas, genera desconfianza entre los colorados.

Tienen toda la razón del mundo de tener miedo, se saben entre zorros, con perdón del pobre animalito, se saben en medio de “inescrupulosos ávidos de poder y ganancia”, se saben también en medio de “uno más astuto que el otro”

Ahora que están en la llanura se tienen mucho más miedo que antescuando estaban en el poder ¿a qué se debe esa diferencia de comportamiento? Sencillamente porque sin el aparato estatal, ni las prebendas de cargos acostumbrados, no se puede controlar a nadie, todos quieren el poder que antes estaba en manos de unos poquitos, todos se creen con capacidades naturales, todos se creen astutos. El 20 de Abril del 2.008 mostró a esa gente dos cosas casi paralelas: Uno que la gente estaba harta de ese grupillo cleptomaníaco; lo que a su vez, ya en el seno de los mismos colorados mostró que cualquiera puede derribar a quienes se erijan en seres supremos, mostró que cualquier afiliado puede tomarse el derecho a ser electo, si no cabe en un movimiento, pues a crear otro y ya está, así de sencillo. Lo que no aprendieron es que, así divididos, no ganarán ningún tipo de elecciones, así sea para dirigente de barrio.

Los colorados nunca aprendieron a consensuar, siempre aplicaron la famosa teoría de Stroessner “el que no está con nosotros está contra nosotros”, teoría que no permite el disenso, y eso porque ellos nunca supieron administrar el disenso, no querían cansarse discutiendo disensos, para eso le tenían a Stroessner y su lapicera quien con un decreto “salvaba cualquier disenso” sacando del medio al que disentía de la idea de la “mayoría” (una mayoría más ilusoria que real)

Por eso los colorados se tienen mutuo miedo. Aun hoy sin la lapicera de Stroessner, ni de los que después le sucedieron hasta Nicanor Duarte Frutos (insigne Mariscal de la derrota colorada), se saben en medio de complot, componendas y negociatas entre los más hábiles de la bolsa de invalores políticos de la política criolla paraguaya. Menos mal, para ellos, que Lino Oviedo creó su propio partido, porque sino la cosa hubiera sido mucho peor, aunque cueste creerlo entre los Calé Galaverna, Magdaleno Silva, Blas N. Riquelme y otros héroes.

Entre los liberales existe hoy el mismo clima, lo que pasa es que ellos son un poquito más discretos y la prensa les da mil veces menos espacio.