Zinedine Zidane perdió el poco pelo que le quedaba cuando su hijo Luca le dijo "Papá...quiero ser portero." Menudo disgusto para el astro francés, el que lució sus ruletas por el mundo, el que nos dejó a todos con la boca abierta una noche en Glasgow con una volea imposible. Ese mismo, el gran Zizou, observa impotente como su retoño se pasa al lado oscuro de la fuerza.
-"Pero hijo, mira a tu Hermano Enzo...que lleva el 10 y hace regates primorosos ¿No quieres ser como él?"
-"Jo papá...se pasan el día dándole patadas y comparándole contigo...que dolor y que presión, a mi me gusta más la portería"
-"Piénsatelo Luca...que hay muchos sinsabores en la portería, mira a Casillas, que parece que le va a dar un ataque al corazón"
-"Pero papá, en la portería puedes gritar todo lo que quieras y mandas un montón, es una gozada"
-"Los goles hijo, los goles, no hay nada como perforar la portería contraria, es una sensación sin igual...es la felicidad pura"
-"Papá no tienes ni idea, borrar la sonrisa de un delantero prepotente que se cree el rey del mundo con una parada imposible...eso sí que es felicidad"
-"Por Dios Luca...la final de Glasgow ¡Ese gol de volea! ¡Eso hace que el fútbol sea grande!"
-"Papá...no te flipes...esa te la paro yo"
-"¡No me hables así que soy tu padre! La culpa la tiene tu madre que te deja hacer lo que te da la gana...¡Ven aquí ahora mismo! Te voy a enseñar quién es el mejor"
-"¿Qué vas a hacer para marcarme un gol? ¿Darme un cabezazo? ¿Deslumbrarme con la calva? jejeje"
Al final Luca consiguió lo que quería y actualmente es portero en las categorías inferiores del Real Madrid, supongo que el bueno de Zizou se mostrará orgulloso del chaval de puertas para afuera, pero seguro que se pregunta qué es lo que ha hecho mal para que el niño le salga guardameta. A mí me parece justicia poética, después de amargar la existencia a muchos poteros hoy le toca tener que criar a uno.