Me quito la capa diciendo que Valle-Inclán es uno de mis autores favoritos.
Me siento contigo, a tomar un vaso de Rute, para decirte que ver una obra suya es siempre un privilegio aunque la mejor representación de Luces de Bohemia fue la que ví en mi mente cuando leí por primera vez la obra, la que me hizo ver el propio Don Ramón Mª.
Alzo mi vaso y, tras un largo trago, tengo el gusto de entablar contigo una redactura (redacción-lectura) en nuestra taberna virtual en la que hoy nos rodeamos de poetas en declive, borrachines, vendedoras de nardos que, en ocasiones se pluriemplean, y algunas otras gentes . Un lugar donde mantenemos pequeños debatse que a veces se encienden.
La versión de la Compañía de Teatro del Temple tiene a su favor a un estupendo Max Estrella (Ricardo Joven) que se lleva de calle a todo el reparto, entre otras cosas porque a veces la dicción le falla a algunos de los actores ya que, con la intención de hacer más castizo y chulesco a los personajes, obligan al espectador a adivinar el texto. Y el texto es lo mejor que tenemos aquí.
El decorado, sencillo y versátil, no le quita protagonismo a los actores pero la música, chirría tanto que a veces le saca a uno de la obra y las mezclas entre lo moderno y lo antiguo en el atrezzo me desconciertan, no sé si es para dejar latente la vigencia del texto o pura modernez.
Valle-Inclán no se ha perdido en la nebulosa del tiempo, nosotros nos hemos estancado, toda España sigue exactamente como entonces, premiando al corrupto y negando al honrado, haciendo honor a los dioses de la tribu. Todo igual pero con internet.
Una obra tan imponente es arriesgada, pero en la vida hay que arriesgarse y yo le agradezco, más que nada, el valor a esta Compañía.
En el Teatro Fernán Gómez - Centro de Arte
Del 15/04/2010 al 02/05/2010
Miércoles a sábado: 20:00h
Domingos: 19:00h
Me pongo mi capa, debo irme ya.
BEATRIX KIDDO