Dedicado a tod@s l@s niñ@s que sufren violencia. Y también a quienes retornan a sus lugares, sean los que sean. “Nunca olvidaré la experiencia de trabajar en la grabación de un coro de niños palestinos, en un viaje promovido por la UNRWA. Los niños cantan y le dan sentido a todo. Al viaje que nos llevó hasta allí. A todos los viajes que hicimos y que haremos. Su sueño custodia nuestro futuro. Y les agradecemos infinitamente su paciencia y su dedicación. Las voces de los niños nos mecen como el vuelo de la cometa a la que cantan, como la brisa que sopla la herida” (I. Serrano).