Los amantes de la Semana Santa este año, nos hemos quedado con hambre –pese al bacalao y las torrijas- La S S ha sido rara, extraña, yo diría que hasta chocante, con el protagonismo rotundo y contundente de la lluvia. Pero la S Santa de este año, pese a que los “cartagineses” digan que siempre es igual, cosa que no es cierta, nos ha traído dos hechos distintos, uno sorprendente y otro extraordinario. Sorprendente fue que la Hermandad de Las Angustias –como estaba el tiempo- hiciera su recorrido completo, creo que a partir de ahora deberían de llamarla “La Valiente” Lo extraordinario fue ver a la Hermandad de La Buena Muerte bajo los rayos del sol, hecho histórico que hubiera sido imperdonable perdérselo.
En Semana Santa suelo darle vacaciones a la fotografía, me gusta verla, oírla… respirarla, amén de que tengo un gran respeto por los magníficos fotógrafos cofrades que tenemos en Córdoba
La tarde invitaba al paseo, así que después volver a ver a la Hermandad por el centro, me deje caer hacia el casco histórico. Tras dejar atrás la calle Blanco Belmonte que es más que el nombre de una calle, ya que este cordobés está considerado como uno de los mejores cuentistas españoles, desemboqué en la antigua plaza de Benavente. Allí, con un susurro me invitaste a ver tu luz
El sol poco a poco se iba, y las sombras empezaron a redibujar tu paisaje