Lucha contra el cáncer de mama: Factores de riesgo y prevención, que puede afectar también a hombres

Publicado el 13 octubre 2020 por Joseantortega

Algunas creencias en el mundo pueden hacer que la detección del cáncer de mama demore, por ejemplo, en muchas culturas hay quienes piensan que como no se puede prevenir del todo, no hay nada que hacer.

Sin embargo, la doctora Wendy Encalada, especialista en ginecología y obstetricia, señala que si bien hay factores de riesgo no modificables, tales como antecedentes familiares, predisposición genética, historial reproductivo; también hay aspectos modificables, y en estos debemos concentrarnos.

“La principal forma de prevención del cáncer es tener hábitos saludables o realizar cambios en nuestro estilo de vida”, dice Encalada. 

La especialista recomienda: Hacer 30 minutos de ejercicios diarios, comer bien, regular el peso, limitar o evitar el uso de terapia hormonal, elegir amamantar a sus bebés. Pero el principal consejo es la detección precoz, mediante el autoexamen mamario y los chequeos médicos anuales.

Es importante que el autoexamen empiece temprano, para así poder notar cualquier alteración que pudiera presentarse después. No es doloroso y lo puede hacer durante el baño. Adicionalmente, están la ecografía mamaria y la mamografía.

El riesgo de cáncer de mama aumenta por los siguientes motivos:

  • Ser mujer. Se puede pensar que solo es una enfermedad de las mujeres. Pero los hombres pueden tenerla, solo que es menos común.
  • Tener la primera menstruación antes de los 12 años aumenta el riesgo, así como tener la menopausia después de los 55 años. La exposición prolongada a las hormonas femeninas, principalmente los estrógenos, está determinada por una menarquía precoz (primera regla) y menopausia tardía, y se asocia a un riesgo aumentado de cáncer mamario.
  • Usar terapia hormonal (anticonceptivos orales o terapia de reemplazo hormonal) por más de 5 años aumenta el riesgo.
  • Presentar alguna de las dos mutaciones genéticas heredadas (BRCA1 y BRCA2).
  • Tener antecedentes familiares, especialmente en el caso de madre y hermanas.
  • Haber recibido radioterapia para tratamiento de alguna enfermedad.
  • No haber dado de lactar (mayor tiempo de lactancia, mayor efecto protector).
  • Fumar, beber alcohol, ser sedentario y tener obesidad. “Los estrógenos, subraya Encalada, son hormonas sexuales derivadas del colesterol. “En la obesidad existe abundante sustrato para la producción excesiva de estrógenos”. El consumo constante y excesivo de alcohol, por su parte, puede ocasionar modificaciones celulares que terminan en la proliferación anormal de las células mamarias.

Con información de El Universo