Autor: Jonathan Maberry
Género: Zombie, Terror
Editorial: Factoría de ideas
Páginas:
Precio: 20'95€ el el libro físico y 9'99€ en ebook
Puntuación: 6'80 / 10
Sinopsis:
El doctor Herman Volker ha estado investigando una nueva fórmula. Quién mejor para probarla que el desalmado asesino en serie Homer Gibbons. Donde muchos ven una merecida pena de muerte por inyección letal, Volker ve una oportunidad de hacer justicia. Le inyecta a Gibbons el fármaco que hará que mantenga la conciencia mientras su cuerpo se pudre en la tumba. Desgraciadamente, nada sale según lo planeado. En vez de ser enterrado en la prisión, llevan al asesino al cementerio de una pequeña ciudad de Pensilvania. Y toda sustancia experimental tiene efectos secundarios imprevistos… El criminal despierta antes de que lo entierren. Está hambriento. Infectado. Y es contagioso. Cuando la agente Dez Fox llega al camposanto, solo encuentra un par de cuerpos a medio masticar y una bolsa para cadáveres… vacía.
Opinión de MJ:
Zombis, mis queridos y achuchables bichitos que tanto me gusta encontrarme en libros, películas y series. El título me hizo pensar que trataría de otra cosa, que sería de terror pero no de zombis, error. La novela va justamente de eso, el Lucifer 113 viene por el nombre del virus que produce todo lo que se cuenta a lo largo de la novela.
Todo ocurre por culpa de unos gobiernos y científicos demasiado metidos en la guerra fría, bacteriológica y biológica. Como suele ocurrir, a uno se le va la pinza, mete la pata y los civiles se ven en medio de una guerra que ni sabían que debían librar ni contra qué deben luchar. Por suerte tenemos a dos periodistas y dos policías de pueblo dispuestos a sobrevivir, luchar y salvar a sus vecinos.
El libro es el típico de zombis, pero aporta un par de cosillas que me llamaron la atención y me gustaron. La primera es que explica de dónde viene el virus, lo cual se agradece, no en todos los libros se molestan en contar cómo empezó todo; y además hay capítulos, bastantes, contados desde la perspectiva de dos zombis. ¡Eso no se ve todos los días! Y ese punto de vista reconozco que me cogió por sorpresa, no esperaba que pensasen/sintiesen eso.
Por lo demás tenemos a los típicos personajes de pueblo que se ven forzados a sobrevivir y luchar por sus compañeros, a los científicos y los del gobierno que no saben cómo frenar lo que está pasando, historias trepidantes, otras de tensión, un par más de risa... De todo un poco.
Su lectura es muy rápida y amena, en ningún momento se me hizo lento, pero esa nota que le pongo se debe a que en ciertas partes noto que le falta ese algo, esa chispa, eso que te hace devorar el libro. ¿Y entonces cómo es que seguí con él? Porque la historia está contada por varios personajes, cada capítulo se cuenta desde la perspectiva de uno y como siempre pasa, te dejan al final de cada capítulo con algo sin terminar que te impulsa a leer más, más y más. Así hasta el final.
Un libro correcto, entretenido y con dos aspectos que le diferencian de otros del género, pero no por ello destacará entre los demás. Lo recomiendo para los amantes del género.