Súbete a una Harley, siente el viento rasgar tu cara y en la memoria la dulce voz de Luncinda Williams. Hablándote del verdadero amor. Y si esta noche apago tu voz. ¿quien jugara con mis lagrimas? ¿quien lanzara perros y gatos al amor? ¿Quien firmara con una X un contrato sin pasión? Unas lagrimas que las enjaularon, y por la laderas de un corazón, alguien grito a una estrella del Rock, a que le fato el valor. Pero sobretodo esa dulce voz, de la cual más de alguno un suspiro entonó. Esa melodía que llega sin querer, piensa sin sentir, y siente sin advertir.