Pocas veces he tenido tantas ganas de ver una película y he salido tan sumamente decepcionado del cine. Lo que a priori tenia pinta de ser una película de acción e intriga de calidad ha terminado siendo una cinta difícil de catalogar.
La película comienza increíblemente bien. Se presentan unos personajes carismáticos, con muchísimos matices e infinitas posibilidades. Tenemos a Lucy, interpretada por Scarlett Johansson, que realiza una interpretación magnifica hasta que consigue los “poderes” y cambia radicalmente el personaje. Quizás sea parte de lo que idearon los guionistas de la cinta pero me parece un error increíble ya que elimina cualquier posible empatía con el personaje.
Por otro lado y mucho más enervante tenemos al “malo” de la historia. Min-sik Choi es el encargado de dar vida al personaje (Mr. Jang). Un narcotraficante sin escrúpulos que es introducido magistralmente pero que pierde peso de tal manera que pasa a ser un mero extra en la historia.
Es una pena que algo que comienza tan bien, tenga un cambio tan radical y se acabe estropeando tanto. Una vez que nuestra protagonista “Lucy” empieza a desarrollar su cerebro la película pasa a ser un documental con insufribles explicaciones absurdas, limitando las escenas de acción a un par de tiros y un logrado paseo en coche por la ciudad.
No puedo omitir mencionar la desastrosa calidad de algunas escenas que nos hacen volver unos cuantos años atrás en cuanto a calidad visual se refiere.
Por último y como colofón tengo un aviso para navegantes. Si no queréis que vuestro cerebro se colapse, dar por finalizada la película unos 15 minutos antes, ya que si veis el final de la misma podéis sufrir un shock dado lo absurdo que se vuelve todo.
Si esperáis ver una cinta de acción para despejar la mente, “Lucy” no es una buena opción.
“Yo era igual que tu, vulnerable, insegura, con miedo a la muerte, hasta que todo cambio hace solo doce horas”
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