Hace unos días que pasamos la noche de Reyes Magos.El anterior Papa de la Iglesia Católica decía que no es cierto que vinieran de Oriente, parece ser, según intrincados legajos vaticanos, que vinieron de Andalucía. Ya veis, tanto tiempo esperábamos de pequeños a que vinieran y los teníamos tan cerca, tan a mano. Esa noche mágica, aun no despegados del todo de nuestro hogar familiar, mi novio y yo barajábamos lugares para nuestra luna de miel, en primavera. Compromisos laborales de ambos nos impedirán desplazarnos demasiado lejos de casa, así que pensamos dejar un largo viaje para cuando nuestros compromisos nos lo permitan.
Pero no queríamos renunciar a pasar unos días en algún lugar maravilloso justo después de nuestra boda, así que rondando la idea de los reyes magos, que ahora vienen del sur, nos dedicamos a buscar algún lugar cercano y maravilloso de Andalucía.
Pues allí, situada en un extenso olivar, encontramos la Hacienda San Rafael, una preciosa hacienda del siglo XVIII restaurada para convertirse en un lugar de descanso en el que dejarnos llevar por el embrujo de la región.
Enclavada entre dos ciudades históricas, Sevilla y Jerez, al este los pueblos blancos de la sierra de Grazalema y al oeste el Parque Nacional de Doñana, hace de la Hacienda el lugar perfecto para perdernos por unos días, después del ajetreo de nuestra boda.
Quizás, ahora que sabemos que los Reyes vienen de allí, sea más fácil que nos concedan el deseo de pasar unas noches de primavera y de intenso olor a azahar en un lugar como este.