Lugares para visitar el día de difuntos

Publicado el 29 octubre 2014 por Pepecahiers
Se acercan días muy señalados y todos giran en torno a la muerte y al carácter lúgubre del ser humano. Halloween, el Día de todos los santos y la Noche de difuntos se celebran respectivamente el 31 de octubre, el 1 y el 2 de noviembre, y anuncian definitivamente el advenimiento del invierno, la estación en la que la naturaleza se adormece, como formando parte del carrusel de muerte y resurrección al que el ser humano le confiere toda su trascendencia. En estos días se sucederán algunos ritos, que se mezclaran entre las máscaras y calabazas inquietantes de costumbres foráneas y las más propias, las visitas a los cementerios, la peregrinación hacia las tumbas, entre crisantemos y oraciones. Algunos parques temáticos ofrecen sus espectáculos artificiales, pero no hay nada más auténtico que emprender viaje a ciertos lugares, siniestros para unos y remanso de paz para otros, pero siempre con la pertinaz imagen de la muerte, como si su sempiterna representación nos hiciera más familiar su presencia, su obsesión por una cita ineludible.
CEMENTERIO DE HIGHGATE: Situado al norte de Londres, fue uno de los llamados "Siete magníficos", que correspondían al número exacto de nuevos campos santos, creados con la finalidad de dar solución a los situados cerca de las iglesias, cuya saturación era más que notable. Diseñado por el arquitecto Stephen Geary, quien le otorgó un estilo neogótico victoriano, fue inaugurado en 1839, gozando de gran popularidad hasta que a finales de la Segunda Guerra Mundial inició su periodo de abandono y decadencia. En los años 70 su estado era ruinoso, lo que obligó a la creación  de un grupo llamado Sociedad de amigos del cementerio de Highgate, que desde mediados de los 80 se dedica a su conservación, siendo un lugar de interés cultural de primer orden. Aunque durante algún tiempo se extendió la leyenda de que un vampiro frecuentaba el lugar, lo que en realidad podemos contemplar son las tumbas de algunas celebridades, como Karl Marx o George Eliot.
CRITA DE NAMUR: Surgida como respuesta al problema de espacio, fue construida a finales del siglo XIX en  la capital de la región belga de Valonia (Bélgica). Se pretendía imitar el estilo de los cementerios españoles y portugueses, su edificios de nichos mortuorios, pero construyéndolos hacia abajo. Sin embargo, no contaron con el clima, más lluvioso y frio lo que provocó filtraciones de agua y el consecuente deterioro de la cripta. El musgo y los hongos campas a sus anchas en un lugar que se ha transformado, por obra y gracia de la naturaleza, en un escenario inquietante, digno de la más truculenta película de terror. 
CAPILLA DE HUESOS DE ÉVORA:  Junto a la iglesia de San Francisco, junto a un monasterio, se encuentra una singular muestra de la futilidad de la vida. Se trata de una capilla construida con los restos de aproximadamente 5.000 exhumados, pertenecientes a los cementerios de los alrededores y que sirvieron como parte de la decoración. Cráneos y huesos sirven de argamasa de tan macabra construcción, a lo que hay que añadir también dos momias, un adulto y un niño, que cuelgan de forma tétrica de sus paredes. En realidad se trata de una representación del carácter franciscano, de su sentido de la vida como tránsito y de lo que queda de nosotros tras el paso de la muerte. 
CATACUMBAS DE LOS MONJES DE PALERMO: En 1599, los monjes capuchinos del monasterio de la ciudad del sur de Italia, decidieron enterrar a uno de sus miembros, Silvestro de Gubbio, a quien se le consideraba un hombre santo. Tal fue el grado de conservación de sus restos, gracias a las condiciones climáticas de las catacumbas, que a partir de aquellos momentos fue considerado por muchos como el lugar idóneo para el descanso eterno.Una vez que los cuerpos quedaban deshidratados y tratados convenientemente con sustancias químicas, se le ponían las ropas con las que pasar a la posteridad. El éxito de los monjes de Palermo en sus embalsamamientos les hicieron albergar a todo tipo de difuntos, organizados en diversas secciones, tales como sacerdotes, niños, monjes, vírgenes, profesionales y otras categorías hasta alcanzar un numero aproximado de 8.000 momias. Destaca por su excelente conservación una niña de 2 años, Rosalía Lombardo, fallecida en 1920 y cuyo embalsamador, el doctor Solafia, se llevó a la tumba el secreto de su fórmula.  Entre los años 1866 y 1897 el ayuntamiento de Palermo se hizo con el control de las catacumbas, motivado por la expulsión de los monjes. El deterioro de las momias llegó a ser tan preocupante, que fue indispensable el regreso de la orden de los capuchinos, procediendo a la restauración de los numerosos daños provocados por la falta de cuidados de las autoridades civiles. 
CATACUMBAS DE PARIS: En las misteriosas noches de París, en la última década de 1870, un hecho insólito turbaba la paz de los más aprensivos. Unos carruajes siniestros portaban millones de huesos, exhumados de los cementerios cercanos, con dirección a unas minas subterráneas de la época romana. Un total de 6 millones de parisinos fueron trasladados del que se suponía era su descanso eterno a las conocidas "Les carrières de París". La decisión fue tomada por el entonces Teniente General de la Policía y el Inspector General de Minas y, como siempre,  motivada por un exceso de restos humanos de los cementerios, además de evitar enfermedades en el distrito de Les Halles por la manipulación inapropiada de cadáveres. Al principio fueron amontonados sin más, con una más que evidente falta de respeto. Algo que fue corregido por el Inspector de Minas, quien ordenó un mayor cuidado en la colocación de los restos humanos, construyendo con cráneos y huesos muros, situando placas identificativas y algún que otro altar para la oración. Sirvió de inspiración no sólo a Victor Hugo y sus "Miserables", sino también al séptimo arte e incluso a la industria del vídeo juego, amén de ser el lugar elegido para el asesinato de un grupo de monárquicos por parte del movimiento insurreccional bautizado como la Comuna de París. En la segunda guerra mundial, las catacumbas fueron utilizadas tanto por la resistencia francesa como por los alemanes, aunque me imagino que no al mismo tiempo.
CEMENTERIO DE VAMPIROS DE CELAKOVICE: Entre la espesa bruma de la leyenda se encuentra un campo santo situado en el centro de la República Checa. Se dice que es el lugar en donde se han encontrado más restos humanos, alrededor de catorce tumbas, con signos evidentes de haber sufrido algún ritual anti vampírico en la más tradicional línea de algún Van Helsing ocasional. Algunos arqueólogos, que han investigado sobre el terreno, afirman haber encontrado esqueletos con una estaca clavada en donde se encontraba el corazón, con clavos de hierro hundidos en sus cráneos e incluso cuchillos introducidos violentamente en sus bocas. Un proceder destinado a evitar la resurrección de posibles vampiros. En otros casos, se les enterraba boca abajo para evitar que los "no muertos" excavaran en dirección a la superficie. No obstante, este fenómeno no era exclusivo del cementerio de Celakovice, ya que tales supersticiones eran habituales en el centro y este de Europa, sobre todo en pleno siglo XVIII, en el que se rumorea que algunos funcionarios eran destinados a tan macabros rituales.
PANTEÓN INGLÉS DE REAL DEL MONTE:  Situado en el municipio del estado de Hidalgo, en el centro de México, es conocido por sus minas de plata explotadas por los ingleses tras fundar la Compañía de Caballeros Aventureros de las Minas de Pachuca y Real del Monte. El conocido como Panteón Inglés está ubicado en el barrio inglés, en un terrero donado por un funcionario de las compañías mineras británicas, Thomas Straffon. Cuenta con 755 tumbas y todas, lógicamente, orientadas hacia Inglaterra. Todas menos una, la de Richard Bell, un payaso que había fracasado en tierras inglesas y obtenido el éxito en México. Resentido por el trato de sus compatriotas, ordenó que su tumba no estuviera alineada con el resto.