No nos resistimos a la tentación y decidimos descorchar este vino quizás un poco antes de lo que la bodega (y mi propio parecer de sommeliere) lo aconsejaban. Y debo reconocer que, ¡degustarlo con todo ese fulgor fue fabuloso!Este cabernet es uno de esos vinos que enamoran a los amantes de los vinos más rudos y contundentes. En nariz es explosivo: desbordan las notas de pimiento rojo, frutos del bosque, cuero, menta y violetas. Este bouquet de gran intensidad persiste en la copa y es en boca donde nos regala su máximo potencial. Con taninos aun presentes como para indicarnos que le queda bastante vida por delante, el vino se muestra ya igualmente bien equilibrado, redondo y carnoso. La fruta concentrada y los matices de su paso por el roble se funden armoniosamente, y nos dejan un final contundente y delicioso.
Maridarlo con un buen asado al estilo argentino, para celebrar un amoroso aniversario, fue el complemento ideal para hacer de la degustación de este vino un momento memorable. El haberlo descorchado con cierta premura ha valido la pena. MLF