Los grandes partidos hacen oídos sordos ante las peticiones de los ciudadanos indignados, y se niegan a reformar un sistema en el que sólo ganan ellos. El PP ya se ve gobernando en 2012. Por su parte, el PSOE continúa sufriendo las consecuencias de la crisis y se halla inmerso en el proceso de elección de su candidato a los próximos comicios. Pero el aparato del partido impide que muchos de los