La figura del Sabio de Hortaleza estará ligada para siempre a aquella Eurocopa de 2008. España rompía todo tipo de tabúes y maldiciones y levantaba, 48 años después, el título continental. Pero lo más importante dotaba a España de una identidad propia. Supo sacar el talento a una generación irrepetible.
Anteriormente había estado, siempre lo estará, al Atlético de Madrid. Como jugador y como técnico el conjunto colchonero no se puede entender sin él. Llegó al club en 1964, como jugador, y tras su retirada 10 años después comenzó su carrera en los banquillos, dirigiendo a los del Manzanares en varias etapas.
Carismático y con carácter, ha dado muchísimo al fútbol. Frases e imágenes suyas quedarán para el recuerdo de todos. No sólo los aficionados hemos quedado marcados por sus actuaciones. Futbolistas de talla mundial también. Para lo bueno y lo malo, Aragonés ha sido único.
Es fácil echar la vista atrás y enumerar sus títulos, pero a mi me gustaría quedarme con su figura. Tras su imagen de tipo osco e incluso hasta un tanto maleducado, estoy seguro que había una persona entrañable. DESCANSE EN PAZ.
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