Luis Enrique llega con la imagen icónica de dar gritos desde el andamio mientras entrenaba al Celta. El asturiano será el nuevo capataz del Barça. Le reciben con los brazos abiertos. Fue nombrado oficialmente como nuevo técnico del Barcelona en el curso de la reunión extraordinaria que la Junta directiva del Barcelona celebró ayer en la cual Zubizarreta, director deportivo, informó a los directivos del proyecto de cara a la próxima temporada.
A diferencia de la contratación de Martino, que pilló a la mayoría de los aficionados culés a contrapié, el fichaje de Luis Enrique, estaba cantado. El técnico asturiano ya era el preferido de Zubizarreta (por detrás de un Ernesto Valverde con el que no cuadraban los tiempos) para ser el inquilino del banquillo catalán hace un año.
El criterio de Sandro Rosell —ahora en el anonimato— se impuso entonces al del responsable deportivo que en su día impuso a Guardiola y se fichó a Martino. Que más allá de su buena voluntad pegó un petardazo de época si nos atenemos a los números. Ha llegado la hora de Luis Enrique.