Miro estos partidos en mi club personal y después en casa... me maravilla la actitud de los comentaristas.
Silencio.
Y a estas alturas pienso que... vestiditos y sin casar.
Me ha dolido (no por una cuestión de burdo paisanaje) el asedio a Luis Enrique a partir de "Anoeta".
Pocas cosas, sin embargo, desde entonces.
Nada que reconozca la posible labor del (así llamado) "míster" (aunque si el oído no me traiciona, creo que no le laman así).
Nada sobre lo que suponía solucionar el problema de la portería, con la marcha del gran Valdés. Menos aún sobre una defensa desnortada, con el affaire Piqué. Y en cuanto el excelso mediocampo... ¿se iba Xavi?... ¿Dónde estaba Iniesta? ¿Y del desencuentro Messi-Neymar? Y encima venía un Luis Suárez a deshoras.
¡En fin!
Yo, francamente, me reía (e indignaba, y sufría cuando las cosas -los comentarios- subían de tono). Fue tal la cantidad de basura vertida sobre Luis Enrique que, francamente, te indignabas... Porque sobre del melifluo "Tata" apenas nada se dijo hasta el final, cuando algunos revelaron ciertos sonrojos sobre sus anticuados métodos: poca cosa, un apar de artículos.
Me gustó, en ese sentido, la intervención de Messi en la rueda de prensa previa al Barça-Bayern.
Parece que a petición del propio Messi. Y aún me congratulan más sus declaraciones recogidas por la prensa. Resumiendo, un YO SÉ QUIÉN SOY, algo muy cervantino.
Durante todos estos meses de injurias hacia Luis Enrique (redactadas desde la prensa deportiva catalana, que no desde Madrí, aunque también), centradas además de en lo deportivo (¿A quién se le ocurre? Es que en X partidos no ha repetido ni una sola alineación... A dónde va con las rotaciones... Y bla, bla, bla...
Recuerdo una reciente comparecencia ante la prensa digna de antología. Creo que fue la del partido ante el Córdoba, en la que le preguntaban sobre... ¡TACHÍN, TACHÁN! Toda esa comedia sentimental urdida en torno a... que vuelve el Gran Pep, que si el último encuentro ante el Bayern el Barça, que si Los culés no pueden olvidar que...
¡Vaya prodigio de diatriba dialéctica y qué extraordinaria imperturbabilidad la de Luis Enrique imaginando la posible respuesta a la que respondía! (En lenguaje paladino, dándoles por...)
Lo mismo en la rueda de prensa previa al encuentro Barça-Bayern.... Toda la ciudad tensa. Ahí, Messi se portó (no sé si por contrarrestrar toda la basura escrita, de un lado, o toda la apología, del otro).
Y luego,después...
Total, que celebro varias cosas... La primera, el coraje y la perseverancia de quien, firme en su trabajo, no se deja vencer por los parásitos periodísticos que viven de... Ejemplar la rueda de prensa de hoy: generosa, sincera, auténtica. En la línea de lo que tocaba: hablar de fútbol (de verdad), y no dar pasto a...
P.D. Me acusa mi marido de que el paisanaje pesa... Y no, no es así. No me entiendo con mis paisanos, por principio. Pero sí recuerdo los años tristes... la larga postguerra en que en Asturias (mi padre incluido), los aficcionados del Barça tragaban quina o aceite de ricino.... Lo vivieron después mis hijos (adiestrados en el entusiamo culé por su abuelo, que los llevaba al Camp Nou religiosamente)... cuando el Barça no era nada en los noventa, grosso modo, pero veían los partidos en los baretos del pueblo donde pasábamos los largos (y sin embargo felices) veranos.
Cunado los plumillas arremeten contra Luis Enrique (¡es que hay que tener paciencia para soportar tanta estulticia!), pienso que...puesto que se denominan periodistas CULTURALES deberían leer a Juan Benet, que decía de los asturianos que éramos locos transparentes.
Y así se comprendería la SUPUESTA "acidez", "antipatía", "hastío"... de Luis Enrique en las, por lo general tan previsibles como insípidas y anodinas ruedas de prensa.
P.S. Hoy he participado en una Jornada de Homenaje a Francisco Giner de los Ríos.
Cuando al gran Giner lo sorprendieron dormitando en una conferencia, y se lo recriminaron, replicó :
"¿Qué quieren que les diga? El bostezo también es una opinión".
¡LO DICHO!
Esperemos que Luis Enrique aguante. Aunque admitiría que, ante ciertas preguntas, se pusiese a bostezar.
Pese a que los periodistas culturales lo acribillasen, yo le aplaudiría.