Luis Suárez tiene antecedentes, lo que podría perjudicarle a la hora de arriesgarse a una sanción. En 2013, genio y figura, marcó el gol del empate para el Liverpool en el minuto 97, hizo el penalti que permitió adelantarse 1-2 al Chelsea y... mordió a Ivanovic. En el minuto 74, el uruguayo resolvió un forcejeo con el defensa serbio dándole un bocado en el brazo. Kevin Friend, el árbitro del partido, no vio el incidente y no lo pitó nada. Pero después, la FA le castigó con una sanción de diez partidos
No es la primera vez que el polémico delantero red muerde a un rival. En 2010, cuando aún era jugador del Ajax, acabó una trifulca contra el PSV lanzando un mordisco al cuello de Otman Bakkal. El árbitro de aquel encuentro tampoco vio nada, pero la Federación Holandesa actuó de oficio y sancionó a Suárez con siete partidos. Antes, de oficio, el Liverpool ya le había sancionado con dos partidos.