Se jugaba la recta final del encuentro entre charrúas e italianos, con un empate sin goles que colocaba a los europeos en la siguiente ronda, cuando Luis Suárez y el defensa Chiellini se enfrascaron en una serie de jalones y manotazos en el área, sin el balón cerca, lo cual culminó con la mordida de Suárez (la tercera en su carrera) en el hombro izquierdo del zaguero ‘azzurro’, quien inmediatamente se tiró al piso para pedir que se marcara la agresión. El delantero uruguayo, respondiendo a su fama, hizo lo mismo, doliéndose de la boca.
Marco Antonio Rodríguez, el árbitro del partido, no vio la acción ni expulsó a ninguno de los dos jugadores, aunque Chiellini le mostrara insistentemente la marca de los dientes en su hombro. Minutos después, Diego Godín anotó el gol que le dio a Uruguay el pase a los octavos de final, donde enfrentará a Colombia, en el Estadio Maracaná. Por su parte, Italia se regresa a casa con las manos vacías, en un “Grupo de la muerte” protagonizado por Costa Rica, que avanzó como primer lugar, al vencer a Uruguay, Italia, y empatar este martes contra Inglaterra.
Luis Suárez ya mordió anteriormente a Branislav Ivanovic, en un duelo de Premier League entre Liverpool y Chelsea, además de Otman Bakkal (PSV Eindhoven), cuando el charrúa todavía jugaba con el Ajax de la Eredivisie holandesa.