Luisiana, más de un siglo de esclavitud

Publicado el 23 julio 2015 por Gsnotaftershave @GSnotaftershave

Fotografiado en Oak Alley Plantation

Plantaciones de azúcar, algodón y tabaco fueron el escenario de una pesadilla racista que ha marcado la historia de Estados Unidos.

Se calcula que, aproximadamente, en Estados Unidos había un millón trescientos mil esclavos negros a mediados de la segunda década del siglo XIX, sobre un total de ocho millones y medio de habitantes. La esclavitud no tenía una distribución geográfica homogénea: era casi inexistente en el Norte en comparación con el Sur. En estados, como Virginia o Luisiana, podían llegar a ser la mitad de su población total.

Fotografiado en Oak Alley Plantation

La sociedad americana ha intentado olvidar el asunto, el estado de Mississippi, por ejemplo, no reconoció la abolición de la esclavitud hasta 1995, y Luisiana jamás pidió disculpas por las aberraciones que ocurrieron en su tierra.

La opresión al pueblo negro se dio gracias a leyes que, por ejemplo, dictaban la pena de muerte para cualquier africano que golpeara a un blanco y del mismo modo permitían traer hombres africanos a la ciudad y venderlos como esclavos, al precio de $660 cada uno. Cada dueño poseía alrededor de 10 esclavos. 

Fotografiado en Oak Alley Plantation

La semana pasada aterricé en New Orleans, en el estado de Luisiana, y visité las plantaciones (Oak Alley). Lugares donde los esclavos trabajaron durante más de un siglo ahora convertidos en museos. Me impactó. Uno ve de cerca las “casas” donde los esclavos vivían, las banderas confederadas, las cárceles donde se los encerraba, los instrumentos de tortura, sus vestimentas y las paredes de granito donde se han grabado los nombres de los 107.000 esclavos que padecieron en Luisiana antes de 1820.

Fotografiado en Oak Alley Plantation

Es perturbador imaginar las cosas que pasaron ahí mismo. El estado de Luisiana permitió la esclavitud por casi 150 años. Se explotaba a los afroamericanos mientras se fundaba un país basado en la supremacía blanca. El pueblo negro esclavizado trabajó en las enormes plantaciones de caña, tabaco y algodón, otros cargaban y descargaban barcos en los muelles, construían diques a lo largo del Río Misisipí y se ocupaban de todas las necesidades de las plantaciones. Las herramientas que se utilizaban en las plantaciones eran viejas y peligrosas, la ropa de los esclavos era escogida por su dueños o hecha de materiales que él escogía.

Fotografiado en Oak Alley Plantation

Los esclavos trabajaban un mínimo de 18 horas al día, normalmente se los castigaba con encarcelamiento. A menudo encadenados con complejos instrumentos que impedían que el esclavo pudiera moverse. Y torturados con cortes de orejas, hierros candentes y azotes.

Fotografiado en Oak Alley Plantation

Las mujeres negras eran violadas repetidamente por sus “amos” blancos, y los hijos, producto de esos crímenes, se volvían esclavos.

198 hombres, mujeres y niños fueron esclavizados en Oak Alley, deshumanizados y cuantificados como si fueran objetos.

La guerra de Secesión acabo con la esclavitud. Cuando Lincoln aprobó Proclamación de Emancipación y se liberaron los esclavos (1863). Pero las plantaciones de esclavos en Nueva Orleáns y Luisiana fueron transformadas en plantaciones de aparcería y en granjas carcelarias. Los negros continuaron siendo explotados costumbre y ley de Luisiana y la situación de la población negra no mejoraría sustancialmente.

El primer africano traído en cadenas marcó para siempre la historia de Estados Unidos. Es un país que tiene racismo en su ADN, así lo afirmaba hace unos meses el presidente y así lo confirman hechos como los de Ferguson.

Es la herencia de más de dos siglos de esclavitud. Protagonizados por más de 600.000 muertos por aparecen en los inventarios como persones olvidadas por la historia. Para muchos este nombre es lo único que les queda.

Fotografiado en Oak Alley Plantation