Ya se llevaron los Juegos Olímpicos ante España. Ahora Lula vuelve a ganar. Parece que para mejorar un país no es necesario seguir la receta neoliberal y arrodillarse a los mandados de los bancos. Esa es la lección que debemos sacar del último ranking sobre PIB en el que España pierde definitivamente su 8º Puesto en detrimento de Brasil. Creo sinceramente que debiera ser este dato un punto de autocrítica para enjuiciar hasta qué punto las políticas de derecha que nos ordena y cumplimos a través del FMI son válidas. Brasil crece y además cohesiona la clase media y le va mejor. Lula se puede despedir con una buena nota y con una receta que funciona, el nuevo socialismo latinoamericano del siglo XXI. Brasil ha encarrilado la senda de la prosperidad con cohesión social. Los dos mandatos de Lula da Silva, que comezó en el 2002 con el temor de los grandes inversores y capitalistas ante el Partido del Trabajo (PT), pronto se tornó en crecimiento hasta el punto de que hoy pertenece según algunos medios a la llamada aristocracia económica y financiera global. Lula se va además con un escenario económico imprevisible para un presidente izquierdista como Lula: la emisión bursátil de Petrobrás, la mayor compañía latinoamericana, por 50.000 millones de euros. Lula deja a Brasil con la cuarta empresa global por valor bursátil, tras Exxon, Petrochina y Apple. Ahí es nada y sin machacar a la clase trabajadora como es el estilo de los que ya sabemos en Europa y con un crecimiento del 7,5%. Enhorabuena Lula.