Sin embargo, algunos medios brasileños, que no forman parte del conglomerado partidista de la clase política corrupta de Brasil, indican que estuvo tranquilo durante la maratónica jornada que acabó inclinando la balanza contra Lula mediante la jueza que liberó a un corrupto.
La sociedad brasileña se ha polarizado a extremos no previstos después del golpe a Dilma Rousseff y continúa, entre corruptos y oportunistas, incapaces de encontrar a un sustituto para el golpista Michel Temer, que hoy tiene un índice de aprobación contrario superior al 70 por ciento.
Desde luego que Lula les aterra, porque ni los reveses de la vida ni los golpes de sus adversarios lo han quebrado y al perecer, todo lo que están haciendo para encarcelarlo solo acrecienta el rédito político de aquel que salió del sindicato de los metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, desde donde veía un juicio kafkiano.
El tornero mecánico que tejió su carrera hasta llegar a presidente de Brasil en dos mandatos consecutivos, del 1 de enero de 2003 al 31 de diciembre de 2010, no va a ser derrotado como si nada, aunque mañana lo apresen, para proscribir su participación en los comicios que encabeza como favorito.
Lula estuvo alejado de la atención mediática durante el juicio, no prestó mucha atención al Tribunal Supremo, se mostró "tranquilo" e incluso comentó el golazo de chilena de Cristiano Ronaldo en el partido del Real Madrid contra el Juventus, según contaba un miembro del Partido de los Trabajadores (PT).
Mientras transcurría la extensa jornada de más de diez horas, el ex mandatario se encontraba en una sala privada sin televisión en el segundo piso del recinto, junto con Dilma y sus más cercanos colaboradores.
Con el pasar de las horas, sus asesores lo mantuvieron al tanto de las votaciones. Y en varios momentos que salió de la habitación y estuvo al frente del televisor, no le prestó atención. "No voy a seguir eso", dijo, según contó la web brasileña Estadao.
Centenares de personas, la mayoría del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST), siguieron la votación entre el desconcierto de los términos jurídicos empleados por los magistrados de la máxima corte. Con pancartas de "Lula es inocente" y "Lula es el pueblo", los simpatizantes del exmandatario habían llegado a primera de la mañana al sindicato y, entre bailes y cánticos, acompañaron parte de la sesión del Supremo, aplaudiendo los votos favorables al exmandatario.
Lula sabe que encarna una poderosa idea de democracia y liberación en su inmenso y extraordinario país donde, como mismo hay una clase política corrupta y despiadada, hay un pueblo que vio un camino y no podrá ser cegado.
Bien dice Renato Rovai en su blog. Millones de personas todavía están anestesiadas con todo esto. La ficha no se ha caído. Pero el tiempo del renacimiento del héroe puede ser mayor hasta que su propia vida terrena. Es duro, pero así es.
La vuelta de Lula es tan cierta como los objetivos del golpe. El golpe no está cumpliendo su itinerario para mejorar la vida del pueblo. Y eso hará que el pueblo recuerde y desee cada vez más a quien le permitió soñar.
Hay sí en millones de brasileños un poco de Lula (...) No se derrota un líder con la dimensión de Lula en el topetón.
Lula, no, no está derrotado.
Lula é o povo brasileiro. E o povo brasileiro é Lula.
Nossos sonhos de construir um País mais justo jamais serão aprisionados!#LulaValeALuta! pic.twitter.com/z53mGnq1mY — PT Brasil (@ptbrasil) 5 de abril de 2018