En su intervención de más de una hora, interrumpida en varias ocasiones por aplausos, el exmandatario criticó a las agrupaciones de oposición y ratificó su respaldo a Rousseff como la candidata de esa agrupación para los comicios presidenciales de 2014.
Se trata de la segunda ocasión que el líder petista (como se conoce también al Partido de los Trabajadores) propone la reelección de la actual jefa de Estado.
La primera fue la semana pasada en Sao Paulo un acto para conmemorar los 10 años de gobierno esta organización política.
Lula instó a los dirigentes del partido a caminar con la cabeza erguida y hacer comparaciones para demostrar con cifras y hechos los logros socioeconómicos de Brasil en la última década.
Al referirse a la corrupción y al proceso judicial, denominado aquí como Mensalao y que involucra a miembros de su agrupación, señaló que durante su mandato (2003-2010) se crearon instrumentos para luchar contra ese mal y hasta se propusieron reformas políticas para cerrarle el paso a los delitos de soborno y desvío de fondos.
Tras enumerar los éxitos de los programas sociales, que permitieron disminuir la pobreza y crear más empleos, afirmó que la victoria del PT en Brasil constituyó también un impulso a los procesos democráticos en América Latina.
Después se registraron importantes avances en Argentina, Nicaragua y Ecuador y se le dio un puntapié al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), acuerdo que pretendía imponer Estados Unidos a los gobiernos de la región, aseveró.
Esta visita a Fortaleza se incluye en una agenda más amplia de Lula por varios territorios brasileños para exaltar los progresos de su organización y fortalecer las alianzas con partidos aliados que participan en la actual coalición de gobierno.
Medios políticos consideran que con este trabajo, el PT busca consolidar su apoyo con miras a los comicios presidenciales de 2014.
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