Cuán difícil me esa resultando preparar la crítica, review o comentario de este proyecto de Lou Reed y Metallica, este proyecto que tanto está dando que hablar, sobre todo en contra, que ha provocado que tanta gente se lleve las manos a la cabeza. Y no porque me cueste poner en su sitio a Metallica, un grupo que me ha gustado desde hace ya muchos años, y al que defiendo a capa y espada en cada una de sus curiosas aventuras musicales. Más que nada me cuesta porque tengo que escuchar este trabajo por completo, y varias veces para poder acometer su correcta crítica. No debemos olvidar, que esto no es un trabajo de Metallica, que no es un nuevo disco de Lou Reed, es un proyecto paralelo a sus carreras, que no forma parte de sus discografías, que no es un giro extraño y repentino en su camino. Es solo una parada aparte, algo que parece ser a todos les apetecía hacer. Sobre todo a Reed que tenía escrito todo esto pensando en un musical. Que si, que quizá muchos pensemos que lo podría haber hecho, y dejar en paz a los de San Francisco. Pero no ha sido así, y bueno, toca juzgar con calma y objetividad. (Aunque eso en el mundo de las pasiones por algo, música, deportes, libros, cine,….es harto difícil). Pero esto es complicado de asimilar, porque el nombre de Metallica aparece por todos lados relacionado a este lanzamiento musical. La banda participa en bloque con Lou en este disco, por lo que decir los nombres de cada uno, como en otros proyectos es absurdo, y esto confunde mucho. Seguro que de solo aparecer el nombre de Ulrich, junto al de Reed y otros músicos para hacer el mismo trabajo, la convulsión habría sido más que diferente. Divago mucho en este punto, ya que me parece importante, ya que más de uno juzgaríamos mejor o peor el resultado dependiendo de ello. Yo nunca he sentido ni tan siquiera curiosidad por la obra de Lou Reed, no me gusta y mejor no entrar donde no estas cómodo. Eso hace que a priori me cueste asimilar esta unión. La música de Metallica, que acompaña esta obra conceptual me parece por momentos de calidad notable, y se reconoce su mano en riffs y melodías varias. Pero que Mr. Reed narre la letra, que no cante prácticamente ninguna estrofa, como es su estilo obviamente, me resulta denso, complicado de asimilar y provoca que me cueste escuchar casi cualquier parte de este disco sin intentar pasar hacia adelante las canciones buscando un momento que me atreva a digerir. Y así no se escucha un disco. Creo yo. “Cheat On Me”, “Dragon” o “Junior Dad”, superan los 10 minutos de duración. En el rock tienes que ofrecer mucho, y tener mucho que contar a partir de 5 minutos de duración en un tema, si ya pasamos los 10, tienes que hacerlo realmente bien. Y bueno, no es el caso de ninguna manera. “Brandenburg Gate”, con la que LULU comienza, es una de las piezas que yo salvaría de una quema, y al comenzar así, casi que me dio esperanza, seguíamos con “The View” y bueno, no es que me guste, pero al tenerla ya machacada del adelanto, como que lo ya conocido te suena de otra manera, entra más suave, ya estábamos avisados. Pero aparte de estos dos temas, solo salvaría “Iced Honey”, que considero que es la única o casi la única ocasión en que Lou Reed canta un poco, y el tema tiene más similitud con aquel “Sweet Jane” que tocaran juntos y provocara esta situación.
Del resto, nada, ni frio ni calor, ni me dicen nada los temas, ni me llegan de alguna manera, no trasmiten, son fríos en algunas ocasiones, e insulsos en otras. Produce sorpresa escuchar “Mistress Dread” con la banda desarrollando un tema speedico, muy metalero, y Lou ya no narrando, si no soltando un lamento sobre los riffs acelerados y agresivos de Metallica. Es como esos temas que nos encontramos en la red que han unido la música de uno, con una base de otro y las voces de un tercero. En fin, quizá yo no estaba preparado, o mi falta de conocimiento de inglés y no poder entender la historia me limite sobremanera, pero no he conseguido en ningún momento sentirme dentro de este LULU.