¡Lumière! Comienza la aventura. Crónica de un nacimiento.

Publicado el 20 octubre 2017 por Criticasen8mm @Criticasen8mm
Título original:
Lumière!
Año:
2016
Fecha de estreno:
20 de Octubre de 2017 
Duración:
90 min
País:
Francia
Director:
Thierry Frémaux
Reparto:
Documental
Distribuidora:
Caramel Films
Los hermanos Lumière exhibieron su flamante nuevo invento, el cinematógrafo, hace 127 años en París. Si ahora, como dice el (casi siempre) certero David Fincher, la experiencia de ir al cine se asemeja a la de sentarse alrededor de una hoguera, siendo la película la inadvertida y fulgurante protagonista de la reunión, la sociedad de finales del siglo XIX recibió con un entusiasmo sin precedentes este pozo de entretenimiento sin fondo. El documental ¡Lumière! Comienza la aventura se remonta a aquellos tiempos en los que el cine apuntaba maneras como prolífico negocio, que al mismo tiempo se desmarcaba como el mejor lienzo posible para inmortalizar el mundo moderno.


El filme recopila 108 películas del catálogo de los Lumière, que firmaron más de un millar de producciones de menos de un minuto. Mientras nos deleitamos con cada una de las películas, restauradas con verdadero tacto, el narrador nos brinda las curiosidades y el contexto que envuelven a las imágenes, enriqueciendo nuestra percepción de las obras de Louis Lumière y Alexandre Promio, entre otros. La organización en poco más de una decena de capítulos temáticos dota a la cinta de un encomiable tempo, siempre apoyado en la vitalidad y (relativa) candidez de las primigenias películas. Así se indaga en las inquietudes más relevantes de los hermanos inventores, en la expansión del negocio, en los personajes que retrataban y, sobre todo, en la universalidad de un invento cuya lente no discriminaba por razas, edades o credos.


¡Lumière! Comienza la aventura es una excepcional y dinámica clase sobre los pioneros del cine. Una imperecedera narración didáctica que logra cohesionar multitud de cortometrajes, ejemplos de proto-géneros (suspense, comedia, drama…) que funcionan como satisfactorios snacks, que nos dejan saciados de conocimiento y entretenimiento cuando el proyector se apaga y las despiadadas luces de la sala nos devuelven al mundo real.

            8/10