Viene la luna, alta y redonda, a traer a mi ventana tus ojos ausentes, tus manos blancas.
Viene la luna, subida a los cielos rasos, viene cargada de sueños nuevos de viejos milagros.
Con tus ojos me mira,
con tu voz me habla, no importan las ausencias sin vida, colgada a su esfera, burbuja de plata... No hay distancias, la reina del cielo las rompe, serena, móvil e inmóvil, meiga que aniquila el tiempo, el olvido y los rencores.Vino esta noche con su vestido ámbar, dulce y amarga, perfecta bailarina del silencio y del tiempo, sultana callada de dulzura afrutada y secretos amores.Trae para mi su alforja de sueños, reconfortantes caricias invisibles que tras mis párpados inventan el cielo. Y baja poco a poco y suavemente su esfera mágica sobre las mágicas aguas, y se refleja y me seduce como bruja dorada, corazón de plata...Y al fin besa el mar en un beso infinito de trascendente paz, y se hace el alba, vástago cíclico y por siempre recién nacido de su mágica coreografía de cristal.