Bajo la luna caliente del Chaco, se suceden a partir de ese momento y a una velocidad vertiginosa, una angustiosa sucesión de hechos cada vez más incontrolados y violentos, mientras el protagonista entra en una espiral que parece no tener fin y que ensaya cuáles son los límites de la moral de una persona aparentemente normal.
La novela, bastante breve, tiene un ritmo obsesivo e imparable. Leerla es sumergirse en la piel de Roberto y hacerse con él algunas de las preguntas sobre las fronteras entre el bien y el mal. ¿De qué seríamos capaces llegado el caso?.
Un chute intenso en un contenedor pequeño. Muy recomendable.