Cuando calle el olvıdo y la luna no se ponga en prımavera volverá tu cuerpo a pegarse con mi sombra. A la vez que el lado oscuro de mi ser llore en la eterna soledad. ¿Volverá tu candela a iluminar mi alma débil llena de sueños dormidos? Cuando hable el silencio y un ángel apuñale mi rostro, brillará el cielo como anuncio de eterna paz, bajo el sonido roto de lágrimas al caer sollozando, volveremos a encontrarnos, de un regreso sin final.