La luna llena se conoce como la luna de los enamorados (en algunos países se dice que da buena suerte a las parejas que se besan bajo la luna llena), pero también es conocida como la luna de los “locos”, ya que se han atribuido al influjo de la luna algunas condiciones de nuestro sistema nervioso.
Se dice que las personas con problemas mentales y psicóticos están más agitados en los días de Luna llena, en que la luna está opuesta al sol y está llena de luz. La razón y los sentimientos se encuentran más alejados de su influencia. Esta fase lunar también puede provocar variaciones en algunas personas sensibles, causándoles tensiones, cambios de humor y alteraciones nerviosas, incluyendo algunos trastornos psicosomáticos. En definitiva, los sentimientos y emociones están a flor de piel.
En esta época, no se recomienda empezar una dieta para adelgazar, ni dejar de fumar, ni abandonar otros hábitos malsanos, ya que será más fácil que no lleguen a buen puerto (los propósitos, claro).
En cuanto a la salud, se considera que en esta fase lunar, el cuerpo tiende a retener líquidos, por lo que, aquellos que os consideréis sensibles al influjo de la luna, es aconsejable que evitéis la sal y alimentos salados, y disminuyáis o eliminéis los alimentos procesados de vuestra dieta. (Vuestro cuerpo lo agradecerá!!)
Otro de los rituales para la luna llena, consiste en poner una gema (yo suelo poner lapislázuli o turmalina) bajo la luz de la luna para que ésta se cargue con su energía. Si os apetece, podéis pedirle un deseo a la luna e imaginar que el deseo va a venir a vuestras vidas, siempre dando las gracias, se cumpla o no el deseo.
Para preparar esta piedra “mágica”, debéis dejarla previamente durante veinticuatro horas en agua y sal, para que se descargue de cualquier energía negativa que pudiese tener.
Una vez “cargada” con la energía positiva de la luna, llevad esta piedra cerca de vosotros para que la energía de la luna os acompañe!!!