-Uno de esos cuadros en los que el paisaje de fondo llama más la atención que la escena resaltada al frente.-
Lo que nos cuenta. En un futuro no demasiado lejano, grandes extensiones de la Luna han sido colonizadas y explotadas con fines industriales por empresas que, ahora, mezclan lo corporativo con lo nacional e, incluso más, con lo familiar. La competencia tiene lugar en varios niveles, físicos incluso, y la peculiares reglas de la colonia, más consuetudinarias que otra cosa, permiten esa clase de acciones. Dos de las familias más importantes de la colonia, los Corta y los Mackenzie, ven como sus fricciones suben de intensidad mientras las otras facciones principales, sociedades secretas y otros grupos de poder toman posiciones pensando en sus propios intereses. Primer volumen de la trilogía Luna.
Mi opinión. Novela entretenida pero con traspiés, de ritmo en filo de sierra y descompensada, más exitosa en cuanto a trasfondo y decorados que respecto a la trama, muy retro en cuanto a estilismos y costumbres pero interesante a la vez, muy coral, con muchos grises en los personajes (cosa que resulta de agradecer) pero no en todos y con los que no resulta especialmente fácil generar vínculos, que maneja bien las consecuencias de los cambios de generación (y directivas) en las corporaciones, la resistencia al cambio y la ambición empresarial mientras genera puentes con el feudalismo, rápida de leer y sin un antes y un después tras su lectura.
Destacado. A pesar de las vueltas, revueltas y más vueltas otra vez, casi todo (y todo lo importante, en concreto) se ve venir.
Potenciales Evocados. Más Dallas que Juego de tronos, más Brasyl que El río de los dioses, con muchos momentos Harkonnen y que podría haber transcurrido en un Pórtico menos “igualitario” y de mayor extensión.