Luna: Wolf Moon, de Ian McDonald

Publicado el 20 mayo 2017 por Severian
Luna: Wolf Moon. Ian McDonald. 2017
  Buenas noticias. No estoy muerto, andaba metido en la horrible carrera de ratas que algunas personas llaman vida laboral. He tenido tiempo de leer, pero no he reunido las ganas de expresar mi opinión al respecto.   McDonald es, junto a Gene Wolfe, uno de mis autores favoritos, si me pidieran completar la terna elegiría al australiano Greg Egan. Pero basta de comentarios irrelevantes, centrémonos en lo que importa. Luna: Wolf Moon, que pronto sera traducida en la línea Nova como Luna de Lobos, es la segunda novela de la saga, la anterior, New Moon, salió el año pasado.  Wolf Moon continúa con las andanzas de las 5 dinastías oligarcas que controlan la Luna, así como el flujo de materiales a la Tierra. Al final del primer libro ocurre un evento que trastoca el equilibro de poderes de forma severa y en esta novela nos toca presenciar el reacomodo.  Algunos de los protagonistas del libro anterior no llegan a esta novela, y las atrocidades empiezan temprano en esta obra, por lo que no sabemos cuales personajes llegaran vivos al final de la serie. Me gustó que algunos de los personajes "secundarios" tomaran los reflectores ahora, de los Corta me agrada Lucasinho, Luna y Robson, gente joven quien tiene que enfrentarse a las temibles probabilidades en contra con valentía. La siempre divertida Ariel Corta, que aquí la vemos como es detrás de su mascara de autosuficiencia y desprecio, una niña asustada y frágil. Así como Lucas Corta, que hace ver a Littlefinger de canción de hielo y fuego como un novato en el juego de la intriga.  La obra también se expande para conocer a las demás familias, los aguerridos McKensies, los Suns, los Asamoah y los rusos Vorontsov.  La ocasión anterior, al dar la opinión de la primera novela, la comparé con Seveneves, de Neal Stephenson, en el aspecto de que la obra del norteamericano me había parecido brillante pero falta de corazón, llena de personajes inteligentes pero acartonados (una debilidad conocida de Stephenson), mientras que la novela de McDonald, a pesar de que maneja la ciencia y el trasfondo de forma brillante, donde realmente brilla es en el trabajo de los personajes. Pura emoción y sexo y competencia y giros en la trama.    Lo repito, no leo una novela por los aspectos técnicos, de esos estoy saturado en la carrera de ratas, leo para emocionarme y vibrar y enojarme y entristecerme y sentir que formo parte de algo más grande que lo que se ve a simple vista, algo que no se puede expresar en palabras. Las historias son más grandes que las personas.  Esta novela es ciencia ficción con el volumen hasta el 11. Hay gente que no puede soportarlo. En lo personal, no hay suficiente ciencia ficción como está. Con cerebro, corazón y huevos. Ian, ya te estas tardando con el tercer volumen.