Luego de una visita relámpago nos dirigimos hacia el paradero, ubicado en Imperial, donde nos subimos a una combi cuyo chofer pregonaba: "Lunahuná, Lunahuná".
Precación: Imperial es un lugar preciso para ponerse el repelente, ya que en Lunahuaná los mosquitos son bien bravos, en caso que nos olvidemos hágamoslo en el carro, realmente es importante.
LUNAHUANÁ: LA ADRENALINA FLUYE
Una vez en Lunahuaná, probablemente se acercarán "jaladores" hablando de las maravillas que ofrecen cada una de las respactivas agencias para las que trabajan, en realidad el pueblo está lleno de empresas que ofrecen estos servicios (más de una docena) pero el que por azar (y con buen tino) escogimos y por ende puedo recomendar es la agencia de turismo JOSHUA, ubicada en Jr. Saenz Peña 306.
El promotor, Paolo Sánchez, parece conocer a la perfección los principios del turismo, ya que nos dio una pequeña charla sobre los deportes de aventura que se ofrecen en Lunahuaná: canotaje, cuatrimoto, rappel, tirolesa (cruzar un río a traves de una cuerda), recorridos en bicicleta y cabalgatas a caballo para luego indicarnos las características de seguridad que deberíamos buscar en las agencias de turismo que contratásemos, ya que de ello dependería nuestras vidas y sobre todo nos exhortó a divertirnos y a la vez ser responsables en los deportes que realizásemos. Obviamente, y guiados por la buena impresión que nos causó decidimos contratar sus servicios para hacer CANOTAJE, porque la verdad es que ir a Lunahuaná y no hacer canotaje es equivalente a no haber ido nunca. Nos dio unos minutos para comprar repelente, cambiarnos, ir al baño o lo que sea. Es aquí donde pudo ocurrir una tragedia, ya que dejé la cámara en la agencia de turismo, después de buscar y rebuscar en mi mochila y las de los demás chicos del grupo, corrí como alma que lleva el diablo para fijarme en la agencia (aunque casi sin esperanzas) pero al llegar, OH! sorpresa, estaba sobre el escritorio, le agradecí afectuosamente a Paolo que la hubiera guardado y sonriente me contestó: "Tranquilo, aquí no se pierde nada". Luego de ese episodio a hacer canotaje. Antes de nada es importante tener en cuenta dos cosas: la primera, vamos a acabar la sesión de canotaje cual si nos hubieramos metido al río, así que es preferible dejar TODO en la agencia (incluso celular o dinero) aunque nosotros si llevamos nuestra cámara para tomarnos fotos antes "de" y el amable chofer nos hizo el favor de tomarnos fotos antes y durante la travesía; la segunda es cambiarnos la ropa, usar preferiblemente llevar ropa que seque rápido, sandalias o incluso zapatillas de lona (que secan rápido).
Una movilidad nos llevará al punto de partida (unos 7 km. subiendo por la carretera) donde se nos dio el equipo (que vestimos de inmediato) y se nos dio una pequeña charla sobre como usar los remos y como actuar ante las indicaciones que nos diera el guía durante la travesía porque la corrdinación es muy importante para llegar sanos y salvos a tierra firme. Después dimos una pequeña prueba en la agua y finalmente a DIVERTIRNOS. De la travesía solo puedo decir que fue algo grandioso y que de haber podido me hubiera dedicado sólo a hacer canotaje TOOODO el día, sí!, asi de emocionante es.
Al regreso (y con la ropa comletamente empapada) volvimos a la agencia y recogimos nuestras cosas y nos ofrecieron hacer el city tour, realmente valía la pena pero como ustedes ya saben, nos encanta hacer esas cosas por nuestra cuenta y solamente le preguntamos como podríamos hacerlo por nuestra cuenta, a lo que nos dio la información más completa que podríamos haber encontrado en ninguna guía de viaje, asúi que luego de agradecerle procedimos a buscar hospedaje.
Para hospedarse hay dos opciones: un hospedaje (hotel u hostal) y campamento. Ambas se realizan en hospedajes (muchos dan la opción de ir a un cuarto o a la zona de campamento) y el precio incluye el alquiler del equipo para los que opten por la segunda opción. Nosotros nos decidimos por un hospedaje a escasas tres cuadras de la Plaza de Armas y que tenía por nombre "Casa Cartagena", un agradable hospedaje, propiedad de Rubén Cartagena, nuestro amable "posadero".
Por la tarde dimos unas vueltas por el pueblo, esperando a que se secaran las zapatillas (ya que no podríamos cabalgar o hacer caminatas en sandalias) y aprovechamos para almorzar. Cerca al hospedaje Encontramos un restaurante llamado "EL BUEN SABOR", con buenos precios y a mi parecer un excelente CHUPE DE CAMARONES, porque comer camarones es, después de hacer canotaje y tomar pisco, una de las tres actividades que determinan el haber aprovechado o no las bondades de Lunahuaná. Y por lo del pisco, ni preocuparse, ya que hay decenas de bodegas repartidas por TOOODO el pueblo.
Para solucionar el tema de las zapatillas, decidimos comprar una par de tabas en una bodega, ¿bodega?, si!, y es que aparentemente en Luanhuaná no hay un mercado, de modo que en las bodegas venden desde abarrotes hasta ropa (zapatillas medias, polos, etc), pasando por trago, repelente, bloqueador, cigarros, entre otras cosas. Como nos pasamos toda la tarde en esos trajines decidimos hacer el city tour al día siguiente.
CITY TOUR: CATAPALLA Y LA PLAZA DE ARMAS DE LUNAHUANÁ
Al día siguiente y después de un reparador desayuno nos encontramos dispuestos a realizar el tour por cuenta propia. Claro que con alegría nos cercioramos de que las zapatillas que habíamos usado en la víspera seguían empapadas, lo que significaba que no habíamos gastado en zapatillas en vano.
Salimos hacia la carretera y tomamos un taxi que nos llevó a Catapalla, exactamente al puente colgante, primer atractivo de Catapalla. Lo segundo fue el alquiler de caballos (cruzando el puente), hay dos rutas: la primera es hasta el pueblo (10 min. aprox) y la segunda hacia el mirador y los "restos arqueológicos" (30 min. aprox) y lo pongo entre comillas no porque dude de su existencia, sino porque los "guías" que nos llevaron allí (dos niños) sipmplemente señalaron y dijeron: "ahí están", sinceramente no vimos nada que pareciesen restos arqueólogicos, pero bueno, quizás sería bueno que los que hacen este guiado se informaran un poco más para no dejar a las personas que contratan sus servicios con la impresión de haber sido estafados.
Como podrán imaginarse, al regresar al punto de partida decidimos realizar un recorrido más "personalizado" por Catapalla y empezamos la caminata. Para llegar al pueblo (es decir a la Plaza, la iglesia y demás) fue necesario subir por un camino de tierra (ya recorrido antes sobre los caballos) y a los pocos minutos pasábamos por delante de la Apícola (inc. en el City Tour) y llegábamos al pueblo. En el aprovechamos para descansar un poco en la apacible plazita y reemprendimos el camino (nos desviamos adrede) para llegar al "mirador", solo que esta vez lo examinamos con bastante calma, visitamos el cementerio (a un costado del mirador) y nos dirigimos por el camino hacia la izquierda del cementerio a lo que parecían ¿sembríos? de cactus y abundancia de chinchilla en ellos. Por otro lado las ruinas de una casa (aparentemente un huayco pasó por ahí) y bordeando el cerro (en el que habían unas extrañas cavernas) llegamos a una cruz en lo alto desde que se apreciaba la inmensidad del valle, ése si que era un MIRADOR. Decidimos regresar por el camino que bordeaba los cerros y después de un agitado descenso (con todo y trepada entre las chacras, incluyendo salto de verjas) llegamos nuevamente a la carretera, donde un taxi nos llevó a la "Casa Encantada".
La "Casa Encantada" es un edificio de tres plantas al pie de la carretera hacia Yauyos que supuestamente está embrujado como resultado de toda clase de atrocidades que se perpretaron en ese lugar. Incluso cuentan que la carretera antes pasaba por la puerta misma del edificio, sin embargo, los pobladores, hartos de tener que pasar por ese tétrico lugar de noche, pidieron que construyeran la carretera alejada de ese lugar, motivo por el que ahora es así. Nos dijeron también que hay un anciano que se sabe la historia de la Casa Encantada de cabo a rabo, pero hay que ir a buscarlo y pedirle que nos cuente la historia. Si planean visitarlo podrían tener el gesto de llevarle algo en agradecimiento. Ah!, para salir, prepárense para esperar carro en la carretera, ya que hay poquísimas unidades de transporte, nosotros esperamos unons 20 - 30 min. y afortunadamente pasó un mototaxi, sino, seguiríamos ahí.
Una vez en Lunahuaná nos dirigimos inmediatamente al hospedaje para recoger nuestras cosas antes que el dueño las botase en mitad de la calle, ya que nos habíamos pasado dos horas del límite para quedarse y en definitiva no podíamos pagar un día más. Una vez afuera y más agradecidos que nunca con el señor Cartagena por su paciencia procedimos a buscar un lugar donde almorzar. Después de un delicioso y sustancioso almuerzo nos dirigimos a la plaza y a la iglesia Santiago de Lunahuaná (S. XVIII).
Y al final, solo nos quedó despedirnos de Lunahuaná, caminar hacia la carretera y subir a una de las combis que van hacia Cañete, en verdad muy tristes y extrañando Lunahuaná antes de irnos ... realmente un lugar en el que no queda tiempo para sentirse triste ni aburrido, en definitiva no hay nada como darse una escapada a Lunahuaná, sin duda el PUEBLO DONDE NACIÓ LA AVENTURA.
CO$TO$
Los valores son referenciales a la época en que visitamos Lunahuaná (14/05 - 15/05), es probable que en temporada alta o feriados largos los precios suban un poco.
Lima - Cañete: S/.15
Cañete - Imperial: S/.1
Imperial - Lunahuaná: S/.4
Hospedaje: S/.20 x persona (aprox)
Desayuno: S/. 10
Almuerzo: S/.15 - 25
Cena: S/. 10 - 15
Botella de Pisco o Vino: S/.15 - 25
Actividades:
City Tour: S/.10
Rappel: S/.45
Cuatrimoto: S/.25
Canotaje: S/.35
Caballos: S/. 10 (15 min) - S/.15 (30 min.) - S/.30 (1 hr.)
Kayac : ¿?
Realicen sus presupuestos en base a lo que quieren hacer y al tiemp que se quieren quedar. Y diviértanse a FULL!!! Hasta la próxima.