Como le quedaba aún un largo trayecto puso el modo aleatorio e inventó el juego de la canción premonitoria para hacer el viaje más ameno.
Comenzó a sonar una melodía suave y una frase que se repetía una y otra vez ...
♫ Controlling my feelings for too long ♫
Lo poco que sabía de inglés le bastaba para traducir esa frase que en su caso era muy cierta, había controlado sus sentimientos durante demasiado tiempo.
Había escondido su desidia tras una máscara de resignación y aguantado tantas lágrimas que a punto estuvieron de encharcarle los pulmones.
La canción le estaba invitando a sacarlo todo afuera, a medida que avanzaba se sentía más y más eufórico. Hubiera gritado acompañando a la desgarradora guitarra para reiniciar su estado de ánimo definitivamente y así empezar con buen pie ese primer día de semana y primer día de trabajo después de catorce interminables meses de paro. Pero se conformó con marcar el ritmo enérgicamente con la cabeza mientras a su alrededor, gente ojerosa con la típica cara de lunes le miraban de reojo pensando que se había metido algo.
Y lo cierto es que lo parecía porque su cara de felicidad no era habitual a esas horas de la casi madrugada.
Lo primero que compraría con su primer sueldo sería una sencilla guitarra con la que purgarse de vez en cuando.